Tengo la sensación de que nos estamos ahogando en noticias negativas. Que eso es lo que nos están dando la mayoría de los medios y los incendiarios en redes sociales. Y lo peor, muchas veces nos dejamos influir por estas.
Basta con levantarse en la mañana y entrar a WhatsApp para desayunar un audio con sabor a odio, masticar un video que ataca a alguien en particular o tragarse un montón de información falsa en párrafos muy bien escritos, a veces, penosamente compartidos por periodistas que dejaron la ética en la universidad, cuando por allí pasaron.
Desde temprano todo parece oscuro, las noticias positivas se opacan por una lluvia de “polémicas” llenas de sensacionalismo. Pareciera no importarnos ya escuchar la contraparte, otras fuentes. Creemos a ciegas cada letra y compartimos como loros sin analizar, la rigurosidad se está perdiendo. No nos importa dañar un nombre, una familia, una ciudad. Disfrutamos y nos reímos del daño ajeno, gozamos de las derrotas del otro hasta el punto de burlarnos con memes.
El pesimismo está ganando la batalla, es una avalancha que arrastra a la sociedad a un negativismo incentivado especialmente por el populismo. Sin darnos cuenta se traslada a otras esferas de nuestra vida cuando todo, absolutamente todo, nos parece que está mal: “Malo porque sí, malo porque no”, dicen por ahí.
Claro que hay que publicar también lo malo, sin duda, pero el problema es que con eso es lo único que nos estamos quedando en la retina y la mente, y luego impacta hasta en nuestro corazón. Estoy seguro que usted ya leyó y escuchó que la inauguración de los Juegos Nacionales Bolívar 2019 fue muy criticada, pero poco sabe de nuestros héroes que se están luciendo en todas las disciplinas. ¿Cuántas crónicas positivas ha leído o escuchado? ¿Cuántas medallas hemos sumado como departamento? ¿Quiénes son las nuevas promesas? ¿Sabía que la cartagenera Zunilda Mendoza, una de las softbolistas más grandes del país, anunció orgullosa su retiro de los campos después de 35 años de carrera y de quedar campeona este viernes en la final ante Sucre?
Tuve la oportunidad de verla en un partido enfrentando a Antioquia. Bolívar perdía 4 a 0 y varios de los asistentes se retiraron antes del estadio Argemiro Bermúdez porque “nos dieron palo, no había nada que hacer”, me quedé sentado, disfrutando el juego gratis, y al final, llegó el triunfo 5-4 de las nuestras (https://bit.ly/37xYOMr). Los que se fueron, pesimistas, seguramente se levantaron al día siguiente dando una noticia falsa en su barrio.
Lo mismo pasa con la gran marcha pacífica que se hizo en Cartagena. Al final algunos solo comparten los videos de los desmanes, pero pocos hablan que desde El Amparo hasta El Centro todo fue perfecto. Al día siguiente, un cacerolazo muy organizado. Hoy, somos ejemplo para el país, por las Justas que estamos haciendo, por nuestros deportistas, por los que marcharon pacíficamente; sin embargo, mañana, al despertarnos, seremos noticia por algo muy diferente.
Periodista. Magíster en Comunicación. Twitter: @javieramoz
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