Columna


Al fresco

RODOLFO DE LA VEGA

03 de noviembre de 2012 12:00 AM

RODOLFO DE LA VEGA

03 de noviembre de 2012 12:00 AM

No es una propaganda de productos alimenticios. No, lo que ocurre es que los calores se han metido con toda su intensidad y la situación se ve agravada por la falta de energía eléctrica, lo que en otras palabras quiere decir, sin acondicionadores de aire, sin neveras y sin ventiladores eléctricos. Por eso, anhelamos todo aquello que pueda significar frescor.
Se interpreta como fresco un frío moderado: el agua de la tinaja está fresca; en el balcón de la casa corre un fresco delicioso. Pero también significa fresco lo de reciente hechura, lo acabado de recoger, o lo ocurrido muy recientemente. Así decimos: en el supermercado hay carne fresca; compré unas verduras y unas frutas fresquecitas; ese queso blanco es completamente fresco. Se prefieren los huevos frescos y, mediante El Universal y la T.V., tenemos noticias frescas. A veces se presentan situaciones aparentemente contradictorias: dime, ¿está el pan fresco? –sí señor, todavía se le siente el calor del horno.
Las telas delgadas, apropiadas para usarlas en los meses calurosos, se dicen son telas frescas. En el deporte equivale a descansado: el Torices dispone para el domingo de tres lanzadores completamente frescos.
En marinería es viento fresco aquel que azota con alguna fuerza y puede hinchar fácilmente las velas de las embarcaciones.
Al fresco es una técnica de pintura mural en la que los colores son disueltos en agua y aplicados en una pared recién revocada. Los más famosos frescos del mundo son los ejecutados por Miguel Ángel en la capilla Sixtina del Vaticano.
Se aplica el calificativo de frescos a quienes permanecen impávidos, serenos, tranquilos, ante las situaciones más difíciles: después del accidente de Pablo permaneció fresco como si nada hubiera ocurrido. Mi querido profesor, Don Julio Espinosa, cuando hacía una pregunta a un alumno y éste contestaba con una barrabasada, se lo quedaba viendo con mirada acusadora y le decía: “Y se queda más fresco que un sapo debajo de una tinaja”.  Pueden ustedes imaginarse cómo está un sapo sentado en el lebrillo, debajo de la tinaja, esperando la caída constante de la fría gota de agua.
¿Cuándo piensan ustedes viajar? Mañana salimos con la fresca.
¿De qué quieren los frescos? –El mío que sea de leche con kola. –Y el mío, que sea de agua con sabor a limón.
También se les llama frescos a quienes actúan con insolencia y descaro: Monseñor Gaitán Mahecha y el Senador Escrucería son ejemplos patentes de hombres frescos. Además, se han permitido decir más de cuatro frescas a quienes se atrevieron a desenmascararlos. 
Dejemos las cosas así, que acaba de llegar la luz y voy a coger un poco de fresco.

*Asesor Portuario

maalvarez@sprc.com.co

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