Columna


Amenazas al trabajo decente

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

11 de octubre de 2019 12:00 AM

El trabajo decente, vida diga, se ha convertido en un objetivo universal y ha sido integrado a las más importantes declaraciones de derechos humanos, resoluciones de la ONU y los documentos finales en principales conferencias mundiales.

La Jornada Mundial por el Trabajo Decente, promovida por la Confederación Sindical Internacional CSI, se celebró por vez primera el 7 octubre 2008, con el objetivo central de reclamar en un mundo globalizado, normas universales que regulen el trabajo.

Significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, seguridad en lugar de trabajo, protección social a las familias, desarrollo personal e integración social, igualdad de oportunidades y en el trato para mujeres y hombres.

El trabajo con condiciones laborales precarias se aleja de los objetivos del trabajo decente, vida digna y genera mayor desigualdad, inseguridad e inestabilidad económicas para las y los trabajadores, sus familias y las sociedades.

Los cambios de legislaciones laborales, impuestos a gobiernos neoliberales por FMI, BM, OCDE, ANIF, Fedesarrolo, Fenalco, Sarmiento Angulo, contratación temporal sin causa, intermediación laboral, subcontratación de obras y servicios.

Contratación de falsos trabajadores por cuenta propia, períodos de prueba excesivos, trabajo a tiempo parcial, trabajo a domicilio, trabajo y cotización de seguridad social por hora, conciliar multas a empresas, son incluidos en los Planes de Desarrollo.

Por los incumplimientos del Estado y los empleadores del trabajo decente, sumado a mandatos laborales del proceso de paz Farc - Ep, las organizaciones sindicales desarrollarán grandes movilizaciones nacionales e internacionales.

El sindicalismo nacional e internacional viene haciendo un vehemente llamado al Estado y Gobierno nacional para que cumpla el Acuerdo de Paz y los compromisos laborales y de derechos humanos, que cesen asesinatos de líderes sociales.

Al gobierno de Duque y a los empresarios, los conminamos a que sean serios. No se puede ni se debe alentar más formas de contratación atípicas basuras, como el contrato por horas, cotización de seguridad social, privatizar 18 empresas del Estado.

Más precarización laboral, desprotección social, implementar más limosnas Beps, aumentan la desigualdad e inequidad social, típica de empresarios y gobiernos tiranos de dictadura sin Dios ni ley, que como sociedad civil debemos parar.

El afirmar Duque que Uribe es sinónimo de honorabilidad, intentar acabar los derechos adquiridos, demandan grandes y articuladas movilizaciones sociales como los chaquetas amarillas en Francia y organizaciones sociales en Ecuador.

*CUT BOLÍVAR.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS