En 1984 una noticia bomba saltó a los titulares de prensa desde Cartagena: el médico Luis Caraballo informó que se había presentado en esta ciudad el primer caso en Colombia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida VIH o -SIDA-. Profesor de la universidad de Cartagena, Caraballo era ya reconocido investigador científico y su anuncio puso a temblar al país porque había llegado a su territorio la más temida enfermedad de ese tiempo.
La portadora era un mujer dedicada a la prostitución que solía ir hasta los barcos surtos en la bahía para ejercer su oficio. Por ahí pudo llegar el contagio que la condenó a la enfermedad y la llevó a la muerte en poco tiempo. A partir de entonces el Sida nos golpeó duro, hubo muchos casos en Cartagena y el país y aunque a nivel global se logró controlar el mal todavía se presentan casos y siguen falleciendo personas que lo contraen.
El 11 de marzo pasado se confirmó de manera oficial el primer caso de COVID-19 en la ciudad de Cartagena de Indias, una enfermedad que ha matado a casi 900 mil personas a nivel global en seis meses. La paciente era una cruceristas británica de 85 años que fue atendida en la clínica Medihelp y salvó su vida a pesar de llegar a una grave situación que la mantuvo al borde de la muerte por varios días.
Lo que se vivió después fue dramático: Cartagena se convirtió en uno de los principales focos de contagio y pusimos el primer muerto del país por la pandemia: un taxista que presumiblemente fue contagiado por un turista italiano.
La cosa no quedó ahí porque los contagios y fallecimientos crecieron casi de manera exponencial y el miedo y las necesidades de gran parte de la población se regaron por toda la ciudad.
Muchos, sin embargo, continuaron la vida de siempre, saliendo a la calle, haciendo fiestas e incumpliendo las medidas puestas en marcha por las autoridades. Ya llevamos más de 500 muertos y algunos siguen sin entender la magnitud de la pandemia.
Ahora, la ciudad busca su recuperación económica después de un colapso que la dejó postrada. Revivirla es responsabilidad de todos. El virus sigue activo, está en cualquier parte y de la actitud individual y colectiva depende que no haya rebrotes que puedan echar atrás lo logrado hasta el momento.
Vemos luz al final pero todavía estamos en el largo túnel. ¡Y ojo!, es posible que también tengamos en Cartagena el primer caso de reinfección por COVID-19 de Colombia. No es hora de jugar con candela.
Comentarios ()