Hablar de reconciliación en territorio montemariano es hablar de esperanza en la tierra que durante muchos años sufrió los embates de un conflicto que no distinguió entre sus víctimas, y que se paseó por cada vereda y camino donde la riqueza natural fue sometida a las tristezas de la guerra.
El gobierno de Dumek Turbay le apostó a la paz, un mandato para redireccionar las apuestas hacia la reconstrucción del tejido social, y una exigencia para que esa gente a la que no se le consultó si quería estar en la guerra, hoy sea protagonista de la paz.
Para hablar de paz, de materialización de los acuerdos y de reconciliación en Bolívar, se debe iniciar por hablar del perdón real, la generación de confianzas entre todos, y la puesta en marcha de iniciativas productivas que generen bienestar a todos. Por ello, en marzo de 2019 por primera vez en la misma mesa se sentaron representantes de instituciones, víctimas, excombatientes, la Iglesia y la cooperación internacional, para contarle al país lo que aquí sucedía. Primera experiencia nacional, y fue en los Montes de María.
Ese día la Gobernación ratificó el compromiso con la paz, el padre Rafael Castillo, del PDP, tomó la palabra y afirmó que “el hombre y la mujer son más sabios cuando perdonamos que cuando odiamos”, sin duda logró de manera inmejorable interpretar lo que allí estaba a punto de suceder.
Luego intervino Jose Lizandro Lascarro, conocido como Pastor Alape, y sin duda el mensaje claro es que hoy la apuesta es por la Paz, y pidió perdón. Allí en ese auditorio, dijo: “Desde nuestra responsabilidad solicito que por favor algún día nos puedan perdonar, y de igual manera algún día nos podamos perdonar todos”, este mensaje logro conmover a los asistentes.
Luego el momento más emotivo sucedió cuando una de las víctimas, Soraya Bayuelo, pidió la palabra y dijo “...no podemos ofrecer más nada, pero tenemos el oído abierto y dispuesto el corazón para escuchar los relatos de la memoria, de estos ciudadanos de los Montes de María, de Bolívar y Colombia, que quieren estar junto a nosotros en esta reconciliación, y quiero extenderle la mano a Alape para decirle recibo tu perdón...”.
El desarrollo de Bolívar necesita un clima de perdón y paz, donde el trabajo solidario entregue a las actuales y nuevas generaciones un departamento pujante. Bolívar tiene hoy una nueva historia que contar. Hoy somos un territorio donde en materia de paz, se ha cumplido con lo que se soñó.
*Directora de Reconciliación y Memoria Histórica Departamento de Bolívar.
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