Columna


Buena impresión

GABRIEL RODRÍGUEZ OSORIO

02 de noviembre de 2020 12:00 AM

A mí como a Salvo, también me causó muy buena impresión el alcalde Dau el día que lo visitamos en su despacho para pedir ayuda para la Fundación Corazón Contento, cuya labor de alimentar y educar niños le concierne realmente al Estado. Sin embargo, la realizamos con mucha determinación a pesar de las enormes dificultades, las que solventamos con nuestro propio pecunio y la ayuda generosa de algunos donadores.

Me impresionó el alcalde, lo vi bien puesto, muy concentrado en su trabajo, pero sobre todo muy transparente en su proceder. De inmediato nos dijo que había cancelado todas esas fundaciones sin ánimo de lucro, porque no estaban cumpliendo con el objeto misional para el que fueron creadas, y solo existían para esquilmar el dinero de los cartageneros. Así que expresó claramente que no podía ayudar con recursos económicos como pretendíamos, porque ese capítulo quedó cerrado en su administración, cuya decisión nos parece acertada. No es fácil para nosotros alimentar diariamente a 300 niños y educar a 140 de ellos; sin embargo, el alcalde prometió, y ya se está programando, darnos su ayuda por intermedio de la Secretaría de Participación Ciudadana, con el trabajo psicosocial para con las familias del barrio Revivir de los Campanos, porque la falta de ingresos económicos al hogar puede generar desgracias al núcleo familiar, donde sus miembros se pueden ver afectados si no hay una terapia de ayuda psicológica. No hay nada que produzca más violencia en una familia de bajo nivel educativo, que la carencia de un ingreso seguro. Pareciera que el alcalde está dando tumbos y la imagen percibida es de improvisación, pero la verdad es que ha empezado por donde se debe empezar: organizar la casa. Una empresa no funciona si su organigrama y equipo no está debidamente conformado. La reforma administrativa es un gran paso, porque la empresa pública tiene que funcionar como un reloj suizo, y debe ser eficaz y austera. Pero donde lo está haciendo muy bien el alcalde es en su lucha contra la corrupción. No hay trabajo más loable y necesario que ese, porque los cartageneros están cansados de esta. De allí sus altos niveles de aceptación.

El tiempo apremia y la pandemia les quitó tiempo valioso a los alcaldes para el desarrollo de sus programas, así que todo está por empezar. El alcalde tiene claro que la ciudad se debe no sólo a sus ciudadanos, sino a sus infraestructuras, tema donde hay mucho atraso.

Esperamos que a este ítem se le dé el impulso necesario, gestionando en el nivel central ciertas obras estratégicas como la Protección Costera y la terminación de la vía Perimetral. Y como es consciente que el gran generador de empleos será el turismo, tiene muy claro que la ciénaga de la Virgen y sus habitantes jugarán un papel importante, como lo jugará en general la industria turística.

*Arquitecto.

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