A mí me da pena pero las canciones de Shakira se siguen metiendo en mis escritos y ella no tiene la culpa: la oportunidad una vez más, lo amerita. Sorprende la habilidad, quizás involuntaria, con que algunos medios de comunicación van acomodando los hechos relativos a nuestros gobernantes, tratando las noticias como si fueran un desfile de moda. Es muy peligroso, se pierde parte de la esencia de lo que ocurre, y se facilita el olvido sin que pueda el pueblo exigir un gobierno de cambio verdadero.
Desde que arrancó el escándalo de la exjefe del gabinete, la moda pasó de informar sobre unos dineros en efectivo que tenía en su casa, y que fueron supuestamente robados, hasta el abuso de autoridad que se ejerció sobre la empleada doméstica, a quien considera nuestro presidente como una amiga, y que Benedetti fue quien la recomendó para el cargo, luego llegaron chantajes y chuzadas misteriosas, y finalmente el rifirrafe que terminó en un tremendo escándalo que le costó el cargo tanto a Benedetti como a Sarabia. Y la canción de Shakira ahí.
Pero volvamos al comienzo de la historia. La moda de la primera noticia pasó tan rápido que todavía no hemos sido capaces de informar a los colombianos, qué hacía una funcionaria con dineros públicos en su casa. Tampoco sobre el monto ha habido un acuerdo, por ahí leí que reportaron más de treinta mil dólares. Se supone que eran viáticos para viajar. Si fueran siete mil dólares, y digamos que era para viajes, ¿adónde iba a viajar la funcionaria? ¿A Brasil, a acompañar al presidente? ¿Siete mil dólares en efectivo de viáticos? ¿Cómo los soporta en la justificación de gastos? ¿Paga en efectivo en los hoteles o en los restaurantes? Supongo que en viajes oficiales nuestros funcionarios casi siempre están acompañados por los dueños de casa a todo evento y para eso ni para las propinas se necesita todo ese dinero. Si fuera para pagar hoteles, ¿no sería más transparente y menos peligroso pagar con una transferencia bancaria o una tarjeta de crédito? ¿No es ridículo que el dinero que más tiene que cuidarse, el del pueblo, ande circulando por ahí en casas y bolsillos de los funcionarios? Supongamos que sí, que lleva efectivo y que en el restaurante de Brasil fue a pagar en efectivo la cuenta, pues digamos que invitó a todo el cuerpo diplomático colombiano. Le traen la cuenta y esta señora saca su cartera y ¿cuenta los billetes ahí mismo? ¿Pedirá factura electrónica? ¿Cómo retribuirán a la inocente empleada todo el mal psicológico y moral que le han causado por los abusos a que fue sometida? ¿De dónde saldrá esa retribución? ¿De la reforma tributaria?
Y finalmente, el espacio para la canción de Shakira: ¿al fin se robaron el dinero? Entonces, ¿dónde están los ladrones?
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