Debido a la problemática que se ha presentado para dar inicio a las obras del canal Emiliano Alcalá ubicado en el barrio de El Socorro, mal llamado “puente mocho”, me permito expresar mi opinión profesional y personal sobre los aspectos que podrían conducir a la solución integral, basado en el conocimiento, experticia y en el análisis de las solicitudes por parte de la comunidad y respuestas dadas por la entidad contratante.
Primero, se debe identificar el tipo de proyecto, este es de ingeniería y consiste en un mejoramiento. Luego, se debe identificar la fase de la consultoría, esta es de ingeniería de detalle. Después, se debe identificar el alcance de la consultoría y el mejoramiento, según componentes: hidráulicos, viales, urbanísticos, redes secas y húmedas, geotécnicos, estructurales y como complemento los planes de manejo de tráfico y ambiental. Las alternativas de solución podrían ser: ampliar el canal a la izquierda, derecha o a ambos lados, incluyendo los detalles de empalme al inicio, final y canales que llegan a este.
En quinto lugar, se debe tener en cuenta el manejo detallado de niveles colindantes de calles, viviendas y otros detalles; el análisis hidráulico e hidrológico, debe abarcar el manejo de las aguas superficiales procedentes de las cuencas aguas arriba y las propias que se originan aledañas al canal al igual que la evacuación de estas hacia el canal.
Se deben hacer los análisis de costos presupuestos y especificaciones de construcción, y se deben hacer los ajustes presupuestales por mayores cantidades de obras no contempladas en el contrato inicial ya adjudicado.
Después de haber acordado los posibles aspectos mencionados, los diseñadores, interventores, supervisores y comunidad deben designar sus representantes y estos deben ser profesionales con formación y experticia comprobada en las diferentes especialidades intervinientes para que se proceda a diseñar la ingeniería de detalle por consultor, revisión por interventoría, supervisión por contratante y veeduría por comunidad, basado en una lista de verificación previamente definida.
En ingeniería, las teorías, fundamentos, normas y principios profesionales están basados en evidencias científicas comprobables y replicables, y no hay nada que inventar por ninguna de las partes, razón por la cual la solución a la problemática definitiva debe quedar refrendada con certeza por los especialistas designados para tal fin.
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