Columna


Cascada alcista de las tarifas

“Este es el caso de Electricaribe, operador este que históricamente se ha caracterizado por tener una alta exposición en bolsa y por ello mismo (...)”.

AMYLKAR ACOSTA

26 de enero de 2020 12:00 AM

De buenas a primeras se le ha venido encima a los usuarios un alud de alzas en la prestación del servicio de energía eléctrica, sin ton ni son, las cuales se reflejarán en una tarifa más alta y por consiguiente en un mayor valor de la factura, a partir de noviembre.

Como es bien sabido, la compra – venta de la energía eléctrica se transa ya sea a través del mercado mayorista o mediante contratos bilaterales entre generadores y comercializadores.

Ahora bien, el impacto sobre la tarifa al usuario final depende de la gestión comercial del operador de red. Cuanto más expuesto esté en bolsa, mayor será la incidencia de la variabilidad y las oscilaciones de los precios en el mercado mayorista en la tarifa. Según el presidente de Asocodis, José Camilo Manzur, en promedio, “solamente el 12% está sujeto a la variación en bolsa”. Claro está que, como lo afirma Manzur, refiriéndose a los usuarios finales, “quienes verán los impactos son aquellos comercializadores que no tengan contratos de largo plazo y que no se hayan cubierto”.

Este es el caso de Electricaribe, operador este que históricamente se ha caracterizado por tener una alta exposición en bolsa y por ello mismo sus usuarios se ven más afectados que el promedio, ya que el porcentaje del alza en bolsa que se les traslada es mucho mayor. Su exposición en bolsa es del 23.2%. De allí que los más afectados con las alzas desmesuradas debido a la gran volatilidad de los precios de la energía en bolsa son los 2.5 millones de suscriptores de Electricaribe.

En concepto de XM, “el retraso en la entrada en operación de los proyectos de expansión es una condición recurrente, lo que hace que estas obras pierdan efectividad e impacto en el sistema al momento de su entrada en operación”. Ello ha provocado exorbitantes costos de restricción por cuenta de la generación por seguridad, los cuales terminan pagando los usuarios a través de sus facturas.

Los costos de restricción que acarrea este corto circuito crecieron en promedio el 70% anual, pasando, según Asoenergía, desde los $4 kW/H a $29.4 kW/H. Ello les significó a los usuarios del servicio de energía en 2018 costos de restricción equivalentes, aproximadamente, a los $30 KW/H. Según cifras oficiales, entre enero y junio de 2019 le costó al usuario $15 por kilovatio, para un acumulado de $431.825 millones.

Y, para rematar, además de las alzas atribuibles al precio de la energía y los exorbitantes costos de restricción se viene a añadir el pago por parte de los usuarios de los estratos 4, 5 y 6 de la sobretasa de $4 por kW/h consumido con destino al Fondo empresarial de la Superintendencia de Servicios Públicos para solventar a Electricaribe. Adicionalmente, las empresas vigiladas por la SSPD deberán pagar una contribución del 1% adicional, la cual terminarán pagando los usuarios vía tarifa.

*Miembro de Número de la ACCE.

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