Columna


Decálogo de los abuelos

HENRY VERGARA SAGBINI

28 de noviembre de 2022 12:00 AM

I-Amarás a tus nietos sobre todas las cosas del mundo, incluyendo el sofá donde haces la siesta y ves, camándula en mano, los partidos de la Selección Colombia.

II-La disciplina se la dejamos a los padres: cuando los abuelos atravesamos la puerta, la sensatez sale volando por las ventanas, fieles al juramento de hacernos los de la vista gorda: no fue él, sino Ikki, la mascota, quien hizo trizas la vajilla de porcelana japonesa mientras lideraba guerras intergalácticas junto a Superman, El Hombre Araña y el resto de sus muñequitos invencibles.

III-Ser abuelo traduce estar dispuesto a santificar cada uno de sus cumpleaños y la caída de sus dientecitos de leche con igual regocijo que la Navidad, suplicando, de ñapa, al Dios del Cielo, que se larguen para siempre todos los virus, cólicos, estornudos y bacterias, ¡carajo!

IV-Asegúrense que les den la bienvenida colocando sus brazos alrededor del cuello, cual cadenas de oro y diamantes, convirtiéndolos en compinches de sus aventuras y, ante cataclismos y callejones sin salida, llamen, inmediatamente, a MacGyver: la abuela.

V-Los abuelos de verdad-verdad estamos dispuestos a ‘embarazarnos’ con tal de detener las ‘matanzas de inocentes’ dizque en aras de la autonomía, olvidando que el engendro humano es intocable y sacrosanto. Nos comprometemos, solemnemente, a parirlos y verlos florecer con la fragancia de Dios en sus tibias manos.

VI-Ser abuelo es reconocer en cada nieto al verdadero maestro: fieles, leales, limpios de corazón, capaces de guardar secretos como el de los postres prohibidos que disfrutamos debajo de la mesa, lejos del ojo biónico de la abuela y los colmillos de la diabetes.

VII-Abraza a los nietos hasta gastar tus brazos: son tu mayor fortuna, garantía absoluta de que ¡somos eternos!

VIII-Abuelo que se respete otorga licencia para viajar, ida y vuelta, al país de las maravillas, de modo que cuando ellos aseguran que es un gigantesco dragón de siete cabezas, ¡SÍ! ¡Es el más grande y feroz de los dragones! No una inofensiva lagartija que merodea en el marco de la puerta.

IX-Ya jubilado, si alguien solicita tu hoja de vida, envía las fotos de tus nietos: “Por tus nietos os conocerán”, debería decir la Santa Biblia, no por condecoraciones y diplomas.

X-Por último: si vuelves a nacer exígele a los ‘Notarios del Tiempo’ que, para gozar su dulzura infinita, ahorrándose salario y prestaciones del Ángel de la Guarda, que te despachen primero a los nietos, después a tus hijos.

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