Columna


Despedida

GABRIEL RODRÍGUEZ OSORIO

13 de marzo de 2023 12:00 AM

He estado por años en las páginas de este prestigioso periódico, fundado el 8 de marzo de 1948 por dos colosos: Eduardo Ferrer Ferrer, un hombre de negocios, quien compró las máquinas impresoras de segunda del periódico El Colombiano de Medellín, para montarlas en Cartagena, quien además de socio era cuñado de Domingo López Escauriaza, su otro fundador, que estaba casado con su hermana Ersilia Ferrer Ferrer.

Domingo López Escauriaza, faro moral e intelectual del matutino, fue su insigne director y ya antes había tenido un periódico, la ‘Unión Comercial’, que publicaba también en inglés. Liberal de racamandaca, amigo muy cercano del presidente Eduardo Santos Montejo, embajador en Costa Rica, y hermano del célebre poeta Luis Carlos López Escauriaza, a quien hizo nombrar cónsul en Baltimore (EEUU).

Decía de Domingo su única hija Alicia López Ferrer de Otero: “Fue un ser íntegro, un caballero de lino blanco, pionero del periodismo, introvertido, muy serio, de una sola palabra, quien no tenía el humor de su hermano el gran poeta que llamaban ‘Tuerto’ López. Se iba a trabajar todos los días desde la 10 de la mañana hasta las 2 de la madrugada”

Matutino que fue cuna del Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, y de uno de sus maestros, Clemente Manuel Zabala, el que tal vez sería el sabio catalán de la famosa novela Cien años de soledad, la que por deducción, dado el personaje, se empezó a escribir desde Cartagena, la tierra del ‘Realismo Mágico’, para terminar de escribirse 20 años después en la ciudad de México.

He estado como columnista desde hace 13 años, publicando sagradamente todos los lunes de la vida mi columna de opinión, la que acumula más de 600 artículos, los que publicaré algún día con el título: ‘Cosas de la vida cotidiana’.

Me despido con lágrimas en los ojos, lo hago para intentar servir a mis conciudadanos en la gesta electoral para la Alcaldía de Cartagena, que se dará en octubre del presente año. Daremos la lucha, sé que no será fácil, ya las maquinarias políticas, con todos sus parapetos, incluida la corrupción y el derrumbamiento moral de los partidos políticos, está presta a retomar el mando de la ciudad y no lo vamos a permitir; además de los costos económicos y humanos que tendrá la contienda.

No puedo quedarme cruzado de brazos viendo cómo se derrumba la ciudad y cómo la miseria pulula dada la crisis social e infraestructural que padece. La que debido a mi talante ético y moral, y a mi formación como arquitecto experto en ordenamiento territorial y conocedor de los instrumentos de gestión y financiación, sabré cómo resolverlos.

Servir y servir, esa es mi misión en la vida y mi talento predominante, y lo vengo haciendo hace varios años, ayudando a mitigar el hambre y la miseria de los cartageneros. Daré hasta la última gota de sudor y mi vida, si es necesario, para traer felicidad a mi amado pueblo.

*Arquitecto.

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