Columna


Divide y reinarás

“A través de los años nos hemos dedicado a sabotear, a hablar sin conocimiento, hasta volvernos improductivos y hemos estancado la ciudad”.

SOCORRO RODRÍGUEZ

25 de febrero de 2019 12:00 AM

Esta frase, que seguramente habremos escuchado en múltiples ocasiones, probablemente deviene de la célebre ‘Divide y vencerás’, atribuida al emperador Julio César; pero fue Maquiavelo, en ‘El Príncipe’, quien la adaptó como ‘Divide y reinarás’, haciéndola famosa. Hoy, quiero destacar la forma temeraria y mal intencionada en que esa expresión es usada como estrategia para lograr objetivos oscuros, disociadores, que dividen, segregan y hacen un daño inmensurable a nuestra ciudad.

La famosa frase se ha instalado en Cartagena como un eslogan soterrado que nos hace constantemente hablar de ricos y pobres, blancos y negros, clase política, industriales, comerciantes y otros adjetivos que se usan para dividir e imposibilitan el crecimiento de nuestra ciudad. Cada vez que aparece un idea que tiene algún futuro e implica progreso, se sabotea cuestionando quién la hará, cuánto se ganará, o el interés de quien la presenta; cuando sería más productivo saber a cuántos cartageneros beneficiará, si favorece el crecimiento de la ciudad, si mejora el bienestar de los habitantes, cuántos empleos directos e indirectos generará, cuántos impuestos se recaudarán con la nueva obra o los múltiples beneficios que conlleva la propuesta. A través de los años nos hemos dedicado a sabotear, a hablar sin conocimiento, a criticar al punto de volvernos improductivos y hemos estancado la ciudad, entregándola a proyectos ínfimos, que no son representativos en beneficios colectivos de ciudad.

La división nos ha llevado a múltiples alcaldías fallidas en manos de personas sin la capacidad para liderar un proyecto a largo plazo, y sin el manejo de las relaciones nacionales que permitan lograr inversión para la ciudad; sin embargo, no hemos aprendido la lección. Por ejemplo, si un grupo de empresarios se reúnen a pensar cómo ayudar a encontrar un buen candidato, se habla de estos como si fueran conspiradores y no cartageneros pensando en la ciudad. Siempre con el veneno y la actitud crítica que sabotea cualquier interés en la región. Con una gran facilidad escuchamos algunas personas en la radio hablando de los blanquitos que pertenecen a algún club, para demeritar o fragmentar los conceptos.

Es muy difícil crecer en una sociedad tan fraccionada. Divide y reinarás. Quizás el inconveniente mayor con esta perspectiva es que presenta la imagen de división como virtuosa o conveniente para lograr ciertos fines; supone enfrentarnos unos con otros y precarizar así al ciudadano de bien y su calidad de vida. Lo más peligroso de ese tipo de visiones es que sean asumidas por personas que ejercen liderazgos importantes, porque el accionar de ellas tiene mayor influencia en la comunidad.

Los líderes que Cartagena necesita deben alejarse de estos estigmas divisorios. La ciudad es una.

*Director de Portex

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