Cuando se pensaba que en el organismo humano nada estaba de más, y todos los órganos cumplen una función específica, el científico ruso Pjotr Garjajev, descubre que del ADN solo se utiliza un 10 %, y un 90 % no tiene ningún uso y parece estar de más. Resulta que ese alto porcentaje sin usar tiene la posibilidad para desarrollar eventos que colindan con lo paranormal. Sin embargo, este hecho fue motivo de duda por parte de la comunidad científica, pues algunos no podían creer que el cuerpo físico tuviera algún elemento que no fuera útil y menos ser usado para eventos esotéricos.
Le llamó ADN “lixo”, que funciona como una especie de “internet biológica” que anda conectada a un mundo más allá del conocido, en una especie de ultramundo. Parece que este atrae la información y las pasa a las células y las vuelve conciencia. Pareciendo que cumple funciones mediúnicas, telepáticas, permite irradiar el aura y contactar con otras dimensiones. Dice Garjajev: “Nuestro ADN es un biocomputador". La investigación explica los fenómenos como la clarividencia, la intuición, la autocuración, los “déjà vu”, la suerte, la interpretación de los sueños, las profecías, la telequinesis. Arrojando resultados tan fantásticos que parecen de otro mundo. Concluyendo que nuestro ADN es receptor y transmisor de información más allá del tiempo-espacio. Dice Garjajev: “Nuestro ADN genera patrones que actúan en el vacío, produciendo los llamados ‘agujeros de gusano’ magnetizados. Son agujeros microscópicos, semejantes a los ‘agujeros de gusanos’ percibidos en el universo”.
Agrega que “estos son como túneles de conexiones entre áreas totalmente diferentes en el universo, a través de las cuales la información se transmite fuera del espacio y del tiempo. Nuestro ADN genera patrones que actúan en el vacío, produciendo los llamados ‘agujeros de gusano’.
Todo hace creer que el ADN posee algo que se puede llamar “telepatía interdimensional”. Es decir, está abierto a las comunicaciones. La investigación reveló que el ADN puede ser reprogramado y que puede ser influenciado por las palabras para producir resultados. Por eso Jesús decía: “Cree y se dará, pide y se os dará”. Por eso Sigmund Freud usó la hipnosis, para afectar la psiquis en su afán de curar enfermedades mentales.
Parece que los primeros humanos tenían una “conciencia grupal” que los mantenía unidos en una especie de “telepatía”. Garjajev señaló un ejemplo con las hormigas. Resulta que al separar la hormiga reina de su colonia, las hormigas obreras continúan construyendo de acuerdo al plan. Sin embargo, si se mata a la reina, todo el trabajo en la colonia cesa. Ninguna hormiga sabrá qué hacer. Parece que la reina transmite lo planeado a sus súbditos aun estando lejos. Ella puede estar lejos, pero si sigue viva seguirán comunicadas entre sí.
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