Columna


El Caribe hay que sentirlo

JAIME BONET

20 de junio de 2020 12:00 AM

En el conversatorio para presentar el libro “20 años de estudios sobre el Caribe colombiano” (disponible en www.banrep.gov.co), se resaltó la importancia de sentir el Caribe para tener un compromiso con la región. Punto importante para involucrarse en la construcción de un mejor territorio. No se limita a los que ejercen posiciones de liderazgo en lo público y privado, sino que debe extenderse a cada costeño que, desde su profesión u oficio, debería comprometerse a partir del sentimiento Caribe.

No es fácil mantener ese compromiso en una región donde muchas veces nos enfrentamos a situaciones que imponen barreras al desarrollo. Tenemos el sentimiento Caribe que nos une e identifica como región, pero probablemente cada día afrontamos la realidad de una sociedad excluyente y con pocas oportunidades, así como ciertos líderes que tienen un bajo compromiso con el beneficio general y están más orientados a los privilegios individuales.

En nuestro país enfrentamos fenómenos de aglomeración en torno a la capital y las principales ciudades, que llevan a que más gente migre desde ciudades pequeñas o intermedias a las grandes urbes en busca de oportunidades. Es una tendencia mundial llamada economías de aglomeración, que impide lograr el espacio laboral en el terruño y las circunstancias lleven a migrar.

Estas situaciones no deberían ser limitaciones para seguir trabajando por la región. Desde donde cada uno esté, ya sea posición laboral o lugar de residencia, el sentimiento Caribe debería llevarnos a contribuir al desarrollo regional. En algunos casos ese sentimiento se pierde cuando algunos costeños se trasladan a la capital y asumen posiciones de liderazgo adoptando la visión bogotana del desarrollo. Pero también pueden encontrarse muchas personas provenientes de otras regiones que llegan al Caribe y se comprometen profundamente con su desarrollo.

Ese sentir por la tierra no debería estar limitado a los que vivimos en el Caribe. Lo extendería a las otras regiones, a las distintas provincias que se identifican en el país. Tener esa visión de provincia permite estar orgullosos y disfrutar de nuestro lugar de origen y nos debería llevar a trabajar por su desarrollo, aún si no residimos en él.

En Colombia se toman decisiones en la capital asumiendo que el país es homogéneo. Por ello es importante recordar que estamos constituidos por regiones desiguales. Debemos tener el compromiso de dar a conocer esos lugares apartados y sentir el orgullo de haber crecido en ellos. Ese sentido de pertenencia es clave para querer contribuir al bienestar regional y nacional.

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