Desde el domingo pasado que se realizó la consulta del Partido Liberal para elegir su candidato de cara a las elecciones presidenciales del 2018, muchos colombianos no han hecho otra cosa que criticar los 40 mil millones de pesos que se gastó el Estado financiando este legítimo mecanismo de participación. Hasta Jota Mario, en su programa del Canal RCN, se despachó con un pomposo melodrama sobre el asunto: “En un país en donde se mueren los niños de hambre es una vergüenza que alguien o algunos permitan que se hagan este tipo de porquerías”, dijo, visiblemente consternado, mientras una salva de aplausos a su alrededor le daba a sus palabras el efecto de un discurso heroico.
A su vez, los representantes del Centro Democrático (y alguno que otro de un partido distinto) tildaron de mezquinos e irresponsables a los precandidatos en contienda: Juan Fernando Cristo y Humberto De la Calle. A los uribistas les dolían las familias hambrientas de La Guajira que pudieron haber comido con esos millones gastados; los colegios, parques u hospitales que podrían haberse construido. Oh sorpresa. De repente, un canal como RCN que le ha apostado todos estos años a la guerra, y un partido político como el Centro Democrático que ha velado por los intereses de los terratenientes en detrimento de las víctimas, estaban interesados en la Colombia pobre y segregada.
Cínicos. Se rasgan las vestiduras por la plata del Estado como si en verdad les importara. ¿Por qué no dijeron nada con los 8,5 billones de pesos de daño fiscal en el desfalco de Reficar que equivaldrían a 212,5 consultas liberales como la del domingo? ¿Por qué no se han pronunciado sobre los 1.800 millones que deberá pagar el Ministerio Público como indemnización a Piedad Córdoba por una destitución e inhabilitación injustas? ¿Qué han dicho sobre los 130 mil millones gastados en Bogotá por los estudios de un metro subterráneo que Peñalosa desechó por completo? ¿Se quejaron siquiera cuando se descubrió que el exprocurador Alejandro Ordóñez contaba con 19 escoltas y 9 carros pagados por el Gobierno aun cuando ya había sido retirado del cargo?
Nada. Nunca abrieron la boca. Y eso que estos gastos sí resultaron de la corrupción y la negligencia. Al menos las consultas de los partidos políticos están avaladas por la ley y son formas válidas de participación, acordes con las reglas de juego que la constituyente inventó para nuestra democracia. En este momento, al uribismo solo le interesa desestimar futuros contendientes, y se valdrán de cualquier medio y estratagema, de la indignación fácil y sin argumentos, porque ellos ejercen sin atisbo de vergüenza un cinismo que no les duele.
*Estudiante de literatura de la Universidad de Cartagena
@orlandojoseoa
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