Columna


El diseño y el progreso social

Estefania Pulido García

09 de junio de 2023 12:00 AM

La duda de si se trata de algo solo estético o si trasciende hasta ofrecer soluciones a problemas socioambientales siempre ha rodeado al diseño estratégico. Sin embargo, a pesar de las diversas posiciones e inquietudes que pueden surgir, pensar en el diseño es pensar también en un mejor futuro.

Por su correlación en tiempo y espacio, el diseño no solo debe adquirir un compromiso con las personas y el entorno, sino también responder, desde un punto de vista de sostenibilidad, a los desafíos que estas prevén para el futuro.

Ese vínculo va más allá. Con el diseño publicitario, por ejemplo, surge cierto poder psicológico que incide en la toma de decisiones o en la forma de percibir una situación particular. Lamentablemente, este poder hizo que a lo largo de la historia se transmitieran mensajes que contribuyeron a que el machismo, el racismo y el consumismo, se arraigaran en nuestras costumbres. La responsabilidad que hoy surge es la de desmentir los sesgos sociales heredados para crear un nuevo concepto de lo bello y lo aceptable en la sociedad. Para ello, las bases deben ser, sin agotar la lista, la empatía, la equidad de género y la concientización ambiental.

El diseño arquitectónico también se enfrenta a una serie de retos que no pretenden responder al beneficio de un único individuo en un único espacio. En su lugar, trata de resolver problemas colectivos, como la planeación urbanística, y de ganar eficiencia en la movilidad y en el uso de materiales que puedan generar un impacto ambiental.

Son muchos más los casos en los que se perciben los beneficios del diseño. Por ejemplo, el diseño industrial no solo fomenta la inclusión y mejora la calidad de vida de las personas con movilidad reducida, sino que también da lugar a productos que cumplen con un proceso de descomposición amigable con el medioambiente.

Es claro que el diseño va más allá de crear dibujos. Tal como lo menciona la firma consultora de diseño Erretres, diseñar es la capacidad de identificar desafíos y crear oportunidades a la hora de crear nuevos productos y servicios.

La funcionalidad del diseño estratégico nos invita a acercarnos más como sociedad a esa forma de crear soluciones innovadoras en un mundo cambiante. No es solo estética, sino una herramienta más para poder tener una visión holística de un mejor futuro social y ambiental.

* Profesora catedrática del Programa

de Arquitectura, UTB,

Las opiniones aquí expresadas no comprometen a la UTB ni a sus directivos

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