Columna


El ejemplo de Finlandia

“A Finlandia no le basta con ser los mejores, sigue buscando la forma de mejorar su sistema educativo. Recientemente, han empezado a cambiar la (...)”.

DIANA P. NAVARRO G.

06 de julio de 2019 12:00 AM

La forma como educamos está cambiando. Cada vez vemos cómo más profesores e instituciones educativas comprenden que no todas las personas aprenden de la misma manera y que más allá de enseñar materias, lo importante es enseñar habilidades.

Finlandia ha sido un país a la vanguardia en temas educativos. Ocupando los mejores lugares en el ránking y siendo, siempre, cambiantes en la manera como educan a sus ciudadanos.

Empecé a investigar sobre la educación en Finlandia cuando me topé con un artículo sobre su implementación del KiVA, que ha sido su invento, y un programa mediante el cual han logrado disminuir en un 90% el bullying en los colegios. Gratamente sorprendida cuando en el artículo se mencionaba a Colombia como uno de los países latinoamericanos que lo han empezado a implementar.

A Finlandia no le basta con ser los mejores, como he dicho, sigue buscando la forma de mejorar su sistema educativo. Recientemente, han empezado a cambiar la arquitectura de los colegios para que también tenga un efecto positivo en la manera como aprenden los estudiantes. Y tiene sentido, si lo importante es estar en un ambiente agradable y que dé ganas de aprender. El mobiliario es ajustable e incluye sofás. Instituciones no cuentan con una división o distinción de espacios o clases para que los estudiantes sean los que elijan cuál es el espacio idóneo donde realizar su trabajo individual o en grupo.

Además de la arquitectura, también se ha introducido un método de enseñanza conocido como phenomenon learning, mediante el cual, en lugar de estudiar materias tradicionales, se estudian proyectos temáticos en los que cada estudiante se apropia de su proceso de aprendizaje. También pude encontrar profesores americanos que han descubierto que sus estudiantes son más hábiles y exitosos en el aprendizaje cuando pueden elegir la manera de aprender entendiendo que cada persona es diferente y puede ser más hábil de una manera que de otra.

Los salones, como los conocemos, han sido diseñados pensando en las necesidades de los profesores y no necesariamente en los estudiantes. Cuando se le da a cada estudiante la responsabilidad de su aprendizaje, se fomenta la formación de individuos pensantes y que logran conocer sus capacidades desde muy temprana edad.

Me gusta la idea de crear ambientes amigables con prioridad en las necesidades del estudiante. En un mundo tan cambiante y globalizado, lo importante es ajustarnos a los cambios y no tratar de imponer lo mismo que se viene haciendo simplemente porque es lo que conocemos. Si creemos que el problema es “una falta de educación”, quizás sea por que no estamos “enseñando bien”.

*Abogada

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