Columna


El fútbol: ¿Cambios o evolución?

RICARDO TROTTI

07 de julio de 2018 12:00 AM

El fútbol cambia en forma pendular y cíclica como la política. En este Mundial de Rusia se reinventaron estrategias y prácticas de juego descartándose modelos agotados. Aún no se puede hablar de evolución.

La diferencia entre cambios y evolución es más claro en la política. Argentina, Ecuador y México mutaron de ideología de un pestañazo, de izquierda a derecha y viceversa, aunque son cambios cosméticos y temporales. Un proceso evolutivo implica mayor profundidad y tiempo, y una mejora cultural. La democracia evolucionó con el “nunca más” a las dictaduras militares y el voto universal.

Este Mundial pareciera suscribir el acta de defunción para el toque y posesión de pelota que encarnó Pep Guardiola y antes el jogo bonito brasilero. Los equipos ahora son más verticales y defensivos, equilibrados, con cambios de ritmo vertiginosos y jugadores más versátiles en todo el campo. Francia y Croacia – también Brasil pese a quedar fuera - encarnan esa especie de “fútbol total” que tampoco es nuevo ni revolucionario. Fue la marca registrada de Rimus Michel.

¿Se reinaugura así una época de fútbol más agresivo y eficiente al estilo madridista que opacará al paciente y vistoso estilo del Barza? ¡Habrá que esperar! Un Mundial es escueto, no todos los estilos se miden entre sí y la lotería de los penales sepulta o encumbra equipos que en campeonatos de largo aliento no tendrían chance. Rusia ejemplifica el escenario. Y si la “furia roja” hubiera acertado un gol más, no se hablaría hoy del agotamiento del toque inteligente de pelota.

A diferencia de las mutaciones temporales, la evolución viene de cambios estructurales. El fútbol progresó cuando se permitió a los arqueros usar las manos, se agregaron los mediocampistas para equilibrar el juego y se asentó a principios del siglo pasado la ley del offside aún vigente.

La asistencia en video del referí, el VAR, inaugurada en Rusia, generará un cambio profundo en el fútbol. Más allá de que es perfectible y que es impráctica para todos porque crea una brecha entre ligas profesionales y amateur, y entre países pudientes con los de menores recursos, el VAR atrae una expectativa de más equidad e imparcialidad. Es un progreso tan significativo como cuando en 1995 la FIFA obligó a desterrar la especulación del empate y dinamizar el juego, otorgando 3 puntos al ganador.

Habrá que esperar para saber si el fútbol evoluciona y cambia. Por ahora el Mundial divierte y advierte que hay lugar para los creativos, pero no para los improvisados y los que tienen ideas preconcebidas. En el primer caso, Sampaoli no sobrevivió con la cualidad de la improvisación que resaltó en su libro premundialista, mientras que Gary Lineker, ante la paridad deportiva, se tuvo que tragar su famosa frase: “el fútbol es un juego simple; veintidós hombres van detrás de un balón por 90 minutos y al final los alemanes siempre ganan”.


“Habrá que esperar para saber si el fútbol evoluciona y cambia. Por ahora el Mundial divierte y advierte que hay lugar para los creativos, pero no para los improvisados (...)”

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