Columna


El General Burgos

JAIME BONET

08 de julio de 2018 12:08 AM

En estos días la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) presentó la tercera edición del libro “El General Burgos”, escrito por su hijo Remberto Burgos Puche, en 1965. La obra cuenta la vida de Francisco Burgos Rubio, un empresario y político cordobés, que participó en la Guerra de los Mil Días y que, con sus familiares, fue propietario de la hacienda Berástegui, una de las más importantes tierras del Sinú. Este libro es clave para entender la historia económica y política regional.

La historia del General Burgos pone de manifiesto la vida de un empresario que, partiendo de la actividad ganadera, siempre se mostró como un innovador que buscaba consolidar una actividad agroindustrial. Eso lo hace un ganadero diferente al estereotipo que existe sobre el terrateniente rentista costeño dedicado a la ganadería extensiva.

Si bien se reconoce esa visión empresarial, es triste ver cómo las distintas iniciativas terminaron en fracasos. Varios fueron los factores que incidieron. Por ejemplo, la huelga bananera de 1928 llevó a que la United Fruit Company suspendiera sus proyectos en Colombia, en un momento en que se venía conversando la explotación bananera en la hacienda Berástegui.

Adolfo Meisel ha argumentado que el fracaso exportador del Caribe colombiano se dio por el ascenso de la economía cafetera en la primera mitad del siglo XX, ya que los empresarios costeños tuvieron que enfrentar un entorno adverso por la revaluación de la tasa de cambio. Este argumento es válido pero sorprende también el desastre de los ingenios de azúcar en la región, cuando en el mismo entorno se consolidó la industria azucarera del Valle del Cauca. La pregunta es si en esto habrá incidido la poca influencia del sector productivo/político regional en las políticas públicas, pues la industria valluna disfrutó (¿disfruta?) de cierta protección. 

En cuanto a la injerencia del Caribe es interesante el relato de la actividad política del General Burgos porque permite ver cómo se perdió la influencia regional en Bogotá. Con la elección de Reyes en 1904 se cerró el dominio que había logrado Rafael Núñez al final del siglo XIX. El fracaso de la candidatura del cartagenero Joaquín F. Vélez, discípulo de Núñez, se logró con el apoyo de políticos costeños del Magdalena y La Guajira.

Probablemente aquí se inició la pérdida de liderazgo regional y el surgimiento de la mermelada que permite lograr una gobernabilidad nacional a través de unos beneficios particulares del poder local. Tal vez otra historia hubiese sido para la Costa si el señor Joaquín F. Vélez hubiese sido presidente.

jbonetmo@banrep.gov.co

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