Columna


El mercado de contenedores

GABRIEL RODRÍGUEZ OSORIO

16 de abril de 2018 12:00 AM

Uno podría imaginarse que un puerto como Cartagena, en un país en vías de desarrollo como Colombia y en un mercado cada vez más creciente de carga de contenedores, necesite no solo un puerto como la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena-Contecar (uno de los mejores de América Latina y que mueve con suprema eficacia más de 2.500.000. Cuya capacidad instalada tuvo que crecer en un 40 %, dada la ampliación del Canal de Panamá  y ante la necesidad de prepararse para el futuro), sino que se necesiten tres como este para atender la gran demanda, ya que Cartagena está conectada con casi 600 puertos en el mundo en 136 países.

Además que esta no solo crece, sino que se ha diversificado con el cada vez más necesario contenedor refrigerado (tan importante para la exportación de perecederos como lo son las frutas, cuyo comercio crece a pasos agigantados y que ha tenido un crecimiento del 21 %).

Por eso no se puede entender que ciertos sectores se opongan no solo al crecimiento del puerto de Compas, sino de cualquier otro, si el mercado no solo pide, sino que exige su expansión, ya que el crecimiento anual es de casi 14 %. Y en la medida que tengamos buenos gobiernos se incrementará notablemente. Por muy en riesgo que uno ponga la competitividad de su mercado, no puede oponerse al desarrollo social y económico de una nación. Va en contra no solo del principio del desarrollo de los pueblos, sino el de la libre y sana competencia.

Incluso pienso que la expansión de la frontera portuaria podría ser complementarias entre sí para una mejor prestación del servicio portuario. Con la ampliación del mercado no solo gana Colombia sino los cartageneros. Tengo entendido que la capacidad de los puertos de producir buenos empleos es enorme, y que el caso del nuevo puerto de Compas parece generará 250 nuevos puestos de trabajo entre directos e indirectos en la etapa constructiva, y alrededor de 400 en la fase operativa. Actualmente  genera 300 empleos directos y cerca de 300 indirectos, además de brindar educación y formación de sus empleados. Como también los pescadores en la zona de influencia tendrán la oportunidad de acceder a proyectos productivos para el fortalecimiento de su actividad. Dios quiera que vengan más puertos como Compas para que las comunidades en la zona de influencia de los proyectos sigan beneficiándose de la inversión social. En ese sentido Compas apoya la reconstrucción de varios parques en el Bosque y en la isla de Manzanillo y una cancha de fútbol en Zapatero.

Mientras las concesiones cumplan no solo con ejecutar una operación altamente segura para evitar cualquier accidente, sino que tenga todos los permisos ambientales requeridos, como la consulta a las comunidades que se podrían ver afectadas con su operación, es inconcebible que alguien pueda oponerse a su desarrollo.


gabrielrodriguez@ibrinmobiliaria.com
 

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