Columna


“El paro también es conmigo”

Sea cual sea nuestra motivación, creo que el cambio no da más espera, y ese cambio debe darse en todos nosotros sin esperar a que el Gobierno cambie o (...)”.

HENRY CHAR MUVDI

05 de diciembre de 2019 12:00 AM

Al mover el carro que estaba estacionado en la calle, el “cuidador” de turno se acercó a la ventana de mi amigo conductor y le soltó la típica: “Bien cuidado, patrón”. Mi amigo le contestó de manera automática: “Yo pago impuestos”, y arrancó sin más.

No sé si a ustedes les suceda lo mismo, pero a mí, cada vez que se me acerca el cuidacarros de turno o el limpiavidrios del semáforo, experimento la siguiente secuencia: fastidio – intenciones de no pagar – indiferencia fingida – conflicto interno – intento de comprender la situación del personaje – resignación – a veces desembolso. Es algo que no logro superar; es claro que mi espíritu me dice que algo no está bien.

Pero en estos días de paro, en que la polarización cambió de disfraz pero sigue siendo la misma, muchos hemos visto con preocupación lo que pueda suceder con nuestros intereses particulares a raíz de las convulsiones del país, y creo que todos, tanto los que apoyaron el paro como los que no, vemos en el presidente Duque a la persona que tiene que salir a resolver la situación. Los diferentes medios de comunicación, los congresistas, los alcaldes electos, los amigos, los enemigos, la oposición, todos coincidimos en que Duque tiene que escuchar, en que Duque tiene que actuar, en que Duque, Duque, Duque... y no, ¡el paro también es conmigo!, el paro es con todos los que tenemos la posibilidad de hacer un cambio a nuestro alrededor y no lo hemos hecho, que bien podríamos decir que somos todos, independientemente de nuestras ideologías. El cambio no es de la noche a la mañana, pero tenemos que comenzar a actuar ahora, y cada cual tendrá sus propias justificaciones: bien sea porque creamos que nuestro prójimo necesita de nuestra ayuda y de corazón deseemos hacerlo, o bien porque creamos que, de no darse el cambio, es mucho más probable que nos venga una dictadura y acabe con lo mucho o poco bueno que tenemos.

Sea cual sea nuestra motivación, creo que el cambio no da más espera, y ese cambio debe darse en todos nosotros sin esperar a que el Gobierno cambie o implemente las innumerables peticiones de los últimos días que, a primera vista, parecen más una utopía que una meta alcanzable. Ya el Gobierno tiene suficiente con la herencia maldita de la corrupción y los malos manejos de décadas. Si bien muchos de nuestros gobernantes deben comenzar a entender que las viejas y malas prácticas, acompañadas muchas veces de un claro desinterés por sus gobernados, deben cambiar por el bien de todos incluyéndolos a ellos, también nosotros, los ciudadanos que trabajamos diariamente por labrarnos un mejor presente, debemos comenzar a mirar a nuestro hermano en todas las caras que nos tropezamos diariamente. No sé qué camino decidas emprender, pero estoy seguro de que tanto en mi entorno como en el tuyo, hay mucho que podemos hacer para comenzar a mejorar esto.

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