Columna


El puente Las Palmas

RAFAEL TONO L.

14 de julio de 2021 12:00 AM

Lo construyeron hace más de 100 años cuando en la ciudad de Cartagena de Indias, además de las mulas y burros, había —¿qué se yo?— igual número de vehículos motorizados. En todo caso es viejísimo.

Ahora lo cerraron porque su fatigada estructura podría desplomarse. En mi opinión, el gobierno distrital, sea quien fuere, porque el problema es de vieja data, demoró demasiado en tomar tal determinación. Gracias a Dios no hubo tragedia.

Ahora lleva cerrado más de seis meses con el natural colapso del tráfico automotor, que se ha volcado todo al Puente Román, tratando de pasar como pueda y con el concepto arraigado en Cartagena del “yo primero”, especialmente en la confluencia de la Transversal 17 con la calle 26, que llevan al puente seis carriles para convertirse en uno a la subida del mismo, rumbo a la inefable Calle Larga, en donde se encuentran, para rematar, con varias carretillas de vendedores ambulantes de frutas, además de carros, parqueados en ambas orillas de esa vía.

Por supuesto, el caos es total y la autoridad no existe, pero estamos en la ciudad de Cartagena y aquí reinan los absurdos, incluso en la Alcaldía.

Solo falta que en su desespero, algún conductor se reviente con una de esas carretillas ilegales, para que explote el polvorín.

Ahora verán que el remedio distrital para el puente Las Palmas, si lo tiene, será una solución puntual para resolver un daño puntual, como siempre se hace aquí, en vez de aprovechar la coyuntura para planificar a lo grande, pensando en resolver, así sea en etapas, ese otro gran problema vial que genera seguir utilizando las calles Larga y Media Luna para salir y entrar del barrio Bocagrande, el mayor generador de tráfico de la ciudad, pasando por el Centro Histórico.

El tema ya lo traté en columna anterior titulada “Pensando en grande”, al que remito al amable lector.

De todas maneras hay que solventar el cruce Las Palmas a la mayor brevedad, antes que el puente Román empiece a mostrar fatiga en su estructura, ahora amplificada por el paso de los pesados buses de transporte público.

Un puente temporal de tipo militar se arma en pocos días, pero por favor, que no se quede “provisional” por 15 años. Mientras, se podría dividir el tráfico en dos vertientes utilizando, por ejemplo, el Román para entrar a Manga, eliminando la doble vía, y la Media Luna con el viejo Puente Heredia para salir, dejando el Heredia nuevo como está, para llegar a Marbella y Bocagrande por la Santander.

Para esto solo se necesita voluntad, eficiencia y don de mando.

*Arquitecto

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