Columna


El Reinado de la Miseria

LEIDYS RIVERO MARTÍNEZ

19 de noviembre de 2022 12:00 AM

El Reinado de la Miseria fue lo que vivieron las candidatas al certamen de la Independencia. No bastó dar un contrato a dedo a una empresa paisa para que se organizara no la fiesta histórica, sino el favor histórico. De la peor manera y con la ilusión de que nadie se enteraría, trataron a la mayoría de las participantes que, entre lágrimas, cuentan la odisea que vivieron. Una de ellas, de quien reservaré el nombre, me contó detalles humillantes e hirientes. La manera en que algunos de los personajes que coordinaban el certamen actuaron, es de lo más bajo que he oído en este reinado, donde lo humano se perdió y brillaron otros factores que deben los entes de control investigar a fondo e incluso, la Fiscalía.

“Tengo mucho miedo y por favor no digas mi nombre, porque ya nos advirtieron que nos puede pasar algo, porque varias mamás han salido a hablar”, así empieza mi conversación con esta joven que aspiró ser la imagen de las fiestas históricas que significan el 11 de noviembre.

“Fue tanta la humillación que nos quitaron todos los vestidos de las presentaciones, hasta los vestidos de baños que usamos. Los aretes que nos pusimos casi que nos los arrancaron de las orejas. El día después del bando, nos dijeron que debíamos salir del hotel, porque solo pagaron dos días, y con maletas en mano nos tocó irnos a las prácticas. No tenías en ocasiones derecho ni a un pan, porque decían que el IPCC no tenía plata y ese reinado lo hacían para que la gente no hablara mierda”, relata la aspirante.

La mamá de la candidata de Crespo denunció que su hija pidió que le permitieran ir al baño, porque se había manchado, tenía la menstruación, pero el indolente funcionario del IPCC, la habría obligado a desfilar, “a mi hija la sangre le corría por las piernas mientras desfilaba. Ella estaba toda manchada”.

La candidata relata situaciones que parecieran son pasajeras, pero no, son actos que no deberían ocurrir en un país que le apuesta al cambio, a un gobierno que prometió sacar a los malandrines, pero que hoy parece los arrulla en sus oficinas y hasta los viste de violencia contra la mujer.

“Aquí todas sabíamos que había favoritas, la manera en la que trataban a algunas resultaba triste. En ocasiones nos trataban como si alguna fuera prostituta, palabras como brutas, huecas hicieron parte del discurso ofensivo. ‘Las gallinas esas qué se creen’, fueron algunos de los cuestionamientos que nos hicieron”, detalla la joven. “Nos prometieron $5 millones para unos proyectos en la comunidad, un dinero para el vestido de coronación y eso jamás llegó. Nos engañaron y nos usaron para poder lograr su cometido. No queremos que esto quede así”, puntualizó.

Es una denuncia muy grave y espero que las entidades encargadas de defender la dignidad de la mujer se apersonen, este Reinado de la Miseria no puede quedar así y el director del IPCC, Óscar Uriza, debe darle la cara a la opinión pública. Su negocio no puede ser redondo, silencioso y violador de derechos.

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