Columna


Empezar por la infancia

RAÚL PANIAGUA BEDOYA

07 de noviembre de 2022 12:00 AM

Es hora de que en la ciudad empecemos a pensar, proponer y actuar en función de aquello que debemos cambiar, de mejorar o de fortalecer. Los medios de comunicación, los periodistas y columnistas han llamado la atención, han evidenciado el profundo caos, malestar e incertidumbre que reina entre nosotros. Es tentador ahondar sobre el panorama rebosado de hechos delictivos, aunque estimo que aún falta mucho por decir. Hasta que una sociedad no sea plenamente consciente de los riesgos y amenazas a los que se enfrenta, no podrá asumir los cambios ni dar el viraje que se requiere para enderezar el camino.

Quiero proponer que empecemos a actuar en función de los vacíos que hoy nos agobian y nos quitan la confianza en el futuro. Para ello, lo que indica el sentido común, es que no es conveniente abordar todos los problemas al mismo tiempo, debemos priorizar, definir criterios de selección y dar los pasos indicados para que el esfuerzo conduzca a unas metas deseadas.

Propongo que empecemos a pensar y a actuar en función de nuestra infancia. No son casuales los informes estadísticos de niños de primera infancia por fuera del sistema educativo, sin una alimentación suficiente y permanente, con dificultades para acceder a servicios de salud y sin los cuidados suficientes. En parte esto ocurre por la carencia de una política pública de infancia, que hace más de diez años ni se promulga, ni se actualiza. Por ello es susceptible entender todo lo que está ocurriendo en nuestra ciudad con la infancia.

Los convenios internacionales adoptados por nuestro país y resumidos en la Ley 1098 de 2006 o Código de Infancia y Adolescencia, nos lo dicen claramente y como sociedad tenemos que responder a ese interés superior de los niños, niñas y adolescentes, como se presenta en el Artículo 8: “Se entiende por interés superior del niño, niña y adolescente, el imperativo que obliga a todas las personas a garantizar la satisfacción integral y simultánea de todos sus derechos humanos, que son universales, prevalentes e interdependientes”.

El Artículo 9 nos da las herramientas para pedir que se tomen las acciones del caso, cuando se habla de la prevalencia de los derechos: “En todo acto, decisión o medida administrativa, ...que deba adoptarse en relación con los niños, las niñas y los adolescentes, prevalecerán los derechos de estos, en especial si existe conflicto entre sus derechos fundamentales con los de cualquier otra persona”.

El Artículo 10, Corresponsabilidad, nos genera a todos las obligaciones para actuar en función de la protección de sus derechos: “Para los efectos de este Código, se entiende por corresponsabilidad, la concurrencia de actores y acciones conducentes a garantizar el ejercicio de los derechos... La familia, la sociedad y el Estado son corresponsables en su atención, cuidado y protección”.

Creo que estamos en mora de asumir, por lo menos para la infancia, las acciones para garantizarles un futuro distinto al que ahora ellos tienen.

*Sociólogo.

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