Álvaro Gómez dijo alguna vez que “las encuestas son como las morcillas. Son muy ricas pero es mejor no saber cómo las hacen”. La frase, mordaz y con humor, hizo carrera. Lo cierto es que las encuestas bien hechas son la foto del momento y varias sucesivas dan una visión de tendencia mucho más valiosa.
Las encuestas previas a las consultas del 13 de marzo mostraban a uno de los candidatos muy lejos. Las consultas interpartidistas depuraron el juego y eliminaron una docena de precandidatos. Como ocurrió hace cuatro años, los candidatos ganadores sacaron ventaja.
En esta ocasión, la polarización llegó más temprano. En la foto de las encuestas posteriores a las consultas, nadie puede ganar en primera vuelta, la carrera es entre Fico y Petro, la distancia entre ambos se cerró y para todos los efectos están en empate técnico para la segunda.
Un examen más profundo proporciona información valiosa. Entre todas las encuestas recientes, uso la del CNC porque es la más extensa en población y municipios y es presencial.
Petro tiene diez puntos más de apoyo entre los hombres que entre las mujeres (al menos entre ellas hasta ahora no le sirvió escoger a Francia Márquez como fórmula vicepresidencial). El candidato de extrema izquierda cuenta también con un apoyo muchísimo más amplio entre los más jóvenes (61,8% de 18 a 25 años) que entre los más adultos. Y es bastante parejo en todos los estratos. Fico, en cambio, tiene favorabilidad similar en ambos sexos, son los adultos quienes más lo apoyan y en los estratos bajos es donde cuenta con menos simpatías.
En cuanto a las regiones, Petro tiene su fortaleza en el Pacífico, donde la izquierda viene ganando consistentemente, en el Caribe y en Bogotá. Fico, en cambio, es muy fuerte en Antioquia (donde se definió la elección de 2018) y el eje cafetero. Gutiérrez tiene varios desafíos: que Char y Barguil, los dos costeños, se la jueguen para que allá lo conozcan, buscar que la diferencia en Bogotá se acorte y consolidar a los paisas. Petro usa al alcalde de Medellín como su alfil.
Finalmente, toda la izquierda, algo menos de la mitad de los verdes y la tercera parte de quienes se identifican como liberales votan con Petro. Fico parte con apoyos ampliamente mayoritarios del CD, los conservadores, Cambio Radical y la U y, quizás sorprenda, más de la mitad de los liberales y una parte similar de los de la Coalición de la Esperanza que no son verdes.
Ninguno la tiene fácil y la elección será muy apretada. Pero Fico tiene varias ventajas: es menos conocido y, por tanto, su margen de crecimiento es mucho mayor; su negativo es muchísimo menor que el de Petro que tiene resistencias muy altas e inflexibles; y la tendencia lo muestra subiendo considerablemente y aún con margen de crecer más.
*Abogado y analista político.
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