Columna


Evolución social en Cartagena: ¿Cuándo?

La tarea es ardua, pero no imposible, se requiere un proceso continuo y permanente para que nuestros conciudadanos transiten de la informalidad a la formalidad en lo económico, social y en lo cultural.

BERNARDO ROMERO PARRA

03 de abril de 2019 12:00 AM

En la encuesta de percepción ciudadana de Cartagena Cómo Vamos, 2018, los entrevistados al preguntarles sobre el respeto hacia la vida y normas de convivencia se autocalificaron con puntajes muy bajos, lo que coincide con los comportamientos irregulares en movilidad, ambiente y relaciones humanas que son aceptados como normales en la cotidianidad local, encontrando la costumbre de desconocer los derechos de los vecinos basándonos en la condición de afros o caribeños para atentar contra la tranquilidad de quienes viven alrededor, cuando prendemos un picó a todo volumen o decidimos ocupar el andén con un vehículo o cualquier objeto, sin pensar en que ponemos en riesgo la vida de los que tienen que usar la calzada para caminar o nos acostumbramos a vivir rodeados de basuras, siendo indiferentes a la contaminación ambiental que produce; una muestra es el encontrar desechos en cada esquina de la avenida Pedro de Heredia como si hicieran parte del paisaje.

Las situaciones narradas hacen parte del controvertido Código de Policía que compila y clasifica como infracciones ese cúmulo de conductas inadecuadas que a diario realizamos y que por haberlas convertido en hábitos, hoy la gran mayoría de la población movida más por la emoción que por la racionalidad se indigna ante la autoridad de policía que amonesta o sanciona a quien cogen infraganti. Sorprende ver juristas y hasta senadores de la República despotricar contra la aplicación de este reglamento, pero nadie se preocupó por asegurar que instituciones del Estado como el SENA o la ESAP realizarán un proceso de formación ciudadana que facilitará el desaprender lo anómalo para reaprender nuevos y mejores procederes ciudadanos. Las sociedades cambian cuando sus integrantes deciden en acto consciente y autónomo en pleno ejercicio de las competencias ciudadanas aportar desde sus cualidades humanas, para alcanzar mejores niveles de vida individual y colectiva, introduciendo en su cultura la autorregulación de conductas de respeto a los derechos de los demás, condición indispensable para tener armonía en las comunidades, lo que podríamos denominar evolución social, estado al que debemos aspirar en Cartagena, donde no se necesitaría la presencia de un patrullero de la Policía al lado para que una persona respetara las normas de convivencia.

La tarea es ardua, pero no imposible, se requiere un proceso continuo y permanente para que nuestros conciudadanos transiten de la informalidad a la formalidad en lo económico, social y en lo cultural, de lo contrario seguiremos lamentándonos que otras sociedades avanzan mientras nosotros las envidiamos.

*P.U. Comunicación Social Periodismo.

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