Además de identificar y cuantificar las inversiones requeridas para superar el rezago social en nuestra región, Casa Grande Caribe también detalla las posibles fuentes de financiamiento de esos proyectos. No basta con decir cuáles y cuánto cuestan, sino cómo puede la región gestionar los recursos para hacerlos realidad. Una revisión de posibles fondos permite afirmar que la dificultad no es tanto de plata, como de gestionarla y usarla bien.
Los municipios y departamentos tienen al menos cuatro fuentes: los recursos propios, el Sistema General de Regalías (SGR), el Sistema General de Participaciones (SGP) y el Presupuesto General de la Nación (PGN). Al analizar las tendencias de crecimiento de estos fondos en el Caribe, vemos que en promedio, crecieron más de lo que lo ha hecho el país. Esto indicaría que el problema no es necesariamente de recursos porque, durante los últimos años, estas fuentes han sido más dinámicas en nuestra región.
Las proyecciones sobre las posibles fuentes de financiamiento señalan que los recursos propios son los más importantes, gracias al potencial recaudatorio de municipios y departamentos. Si se explota la capacidad fiscal bien, se podrían obtener hasta unos 23.000 millones de dólares entre 2019 y 2030. La segunda fuente en importancia son los recursos de regalías que, si bien no enfrentan una coyuntura alentadora, ofrecerían a la región cerca de 7.000 millones de dólares adicionales. La tercera fuente son las inversiones del PGN que, aunque parte de ellos están comprometidos, cerca de 14.000 millones de dólares estarían alineados con las propuestas de Casa Grande Caribe. Estas tres fuentes sumarían 44.000 millones de dólares en los próximos 12 años.
Transversal a lo anterior, se quiere hacer especial énfasis en que más recursos no necesariamente implican mejores resultados. Los fondos no tienen ningún efecto si no se invierten bien y con transparencia. Así, la solución a la pobreza y bajo desarrollo relativo del Caribe no está sujeta solo a obtener más recursos. Gran parte de los problemas se solucionarían usándolos mejor y con más transparencia.
Lo importante de revisar los números es que se concluye que la región Caribe tiene recursos para cerrar la brecha. Alcanzarlos exige una mayor gestión fiscal local que explote bien las bases tributarias de nuestras entidades territoriales. Además, lograr los resultados que se pretenden implica una mayor calidad y transparencia del gasto regional, donde aún hay mucho espacio para mejorar.
jbonetmo@banrep.gov.co
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