Columna


Holodomor

Christian Ayola

01 de diciembre de 2022 12:00 AM

Literalmente, holodomor significa matar de hambre. Los últimos sábados de todos los noviembres el pueblo ucraniano conmemora el genocidio producido por la fatídica determinación del gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas - URSS, cuando decidió entre 1928 y 1933 colectivizar la tierra, una política puesta en marcha para pasar la tierra al dominio popular. Los dirigentes soviéticos estaban convencidos de que el reemplazo de granjas de propiedad individual por colectivas incrementaría las reservas de alimentos para la población urbana y las exportaciones agrícolas en general, pero ocurrió exactamente lo contrario, la producción de las granjas colectivas fueron solo una cuarta parte de los ingresos de las parcelas privadas.

La medida había sido rechazada por los poseedores de la tierra y por muchos campesinos. Terrenos enteros quedaron sin cultivar y el 50% de la cosecha fue dejada en el campo sin recoger. Debido a las altas cuotas que el Gobierno había impuesto a los campesinos, algunos se negaron a trabajar, el efecto inmediato de la colectivización fue la reducción de la producción y se perdió casi la mitad del ganado. Esta experiencia histórica demostró la inconveniencia de quitar la tierra a los privados con experiencia de producción para entregarla a personas que no tenían esa cultura.

Ucrania por su tradición agrícola individual disponía de suficiente comida para alimentar dos veces a su población, incluida toda la de la URSS. Documentos del Comité Central del Partido Comunista Soviético revelan que ordenaron a las autoridades aplastar toda resistencia contra el régimen y consolidar el control sobre la población campesina, para tal fin decidieron generar una crisis artificial, confiscando más de 2,5 millones de toneladas de grano, como consecuencia sobrevino la hambruna. Los archivos desclasificados de la URSS registran un total de 1.5 millones de personas fallecidas por inanición en Ucrania y otras etnias en ese periodo de tiempo.

La declaración conjunta de las Naciones Unidas de 2003 ha definido esa catástrofe como resultado de políticas y acciones crueles del régimen totalitario que mató millones de personas por física hambre. El 23 de octubre de 2008, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que se reconoce el Holodomor como un crimen contra la humanidad. Además, el Parlamento Europeo, la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, han expresado su rechazo por los mismos hechos.

La población ucraniana hoy sigue siendo masacrada criminalmente por orden de Putin, aunque se ha defendido heroicamente dejándolo en ridículo, es hora de que la OTAN los admita por dignidad como miembro y le plante cara al cobarde genocida que se escuda detrás del botón atómico.

*Psiquiatra.

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