Columna


Imposible renunciar a los sueños

Estamos en un año electoral, periodo en el que las maquinarias electoreras reproducirían las formas de hacer “podrítica”.

ALCIDES ARRIETA MEZA

21 de abril de 2019 12:00 AM

Estamos en un año electoral, periodo en el que las maquinarias electoreras reproducirían las formas de hacer “podrítica” en territorios en donde la pobreza, el hambre, el desempleo, la ausencia de oportunidades y la desesperanza son parte del diario vivir.

En estos territorios, los podríticos, corresponsables del actual desastre moral y socioeconómico que se vive en nuestras municipalidades, se aprestan con sus aliados a ganar unas nuevas elecciones, acudiendo a las demoníacas y hasta ahora exitosas formas de acceso al poder político, compraventa y permuta del voto, entre otras prácticas.

En ese contexto, hace su aparición también, un actor poderoso, el Marketing político o electoral, que según el doctor en ciencia política Luis Costa Bonino es un “ método de manipulación de las percepciones y opiniones de la gente, mediante recursos sofisticados de comunicación”, técnica de control y persuasión mental, que penetra cuidadosa y sagazmente en el electorado y que tiene la efectiva fuerza de crear verdades artificiales, pudiendo convertir lobos en ovejas, demonios en dioses. Si no estamos alerta, podemos caer en la farsa.

El país, el departamento de Bolívar, Cartagena serán sede una vez más de estas contradicciones dialécticas, de la eterna lucha entre la libertad contra la esclavitud, de la ética contra la corrupción, de la decencia contra la perversidad, de la justicia contra la inequidad, parte estructural de la histórica lucha por el poder, Karl Loeweinstein y de la continuación de la guerra por otros medios”, Karl von Clausewitz .

La democracia electoral colombiana en proceso es desigual, costosa e inequitativa, por cuanto, no han pasado las reformas que obliguen a la financiación estatal de las campañas políticas. El poder político se compra, la gran financiación privada no es ni será nunca altruista, es mortalmente interesada y además cuenta con dineros de todas las procedencias.

El escenario pareciere que estuviere servido como antes para que las prácticas corruptamente antidemocráticas hagan su octubre, es decir, que se sigan eternizando estas nuevas formas de esclavización social y del reinado de la corrupción como forma de gobierno.

No. Las mafias no podrían seguir capturando alcaldías y gobernaciones, la ciudadanía ha dispuesto contrario, porque una nueva conciencia social ha emergido con gran potencia. La realidad política en Colombia y por supuesto en Cartagena ha comenzado a transformarse. Cartagena en más de cinco elecciones, ha derrotado a los políticos tradicionales, figuras no representativas de los partidos tradicionales lo hicieron, me refiero a Guillermo Paniza Ricardo, Judith Pinedo Flórez, Dionisio Vélez Trujillo, Campo Elías Teherán Dix ( Q.E.P.D .) y Manuel Vicente Duque. Saludo entonces para los candidatos alternativos y respeto al frente amplio, por tender lazos para construir procesos de unidad política.

Sabemos que ser realista no implica ser pesimista, el diagnóstico es insumo para estructurar soluciones, las crisis son oportunidades, por ello, los habitantes de Cartagena el 27 de Octubre, en ejercicio de una ciudadanía informada y formada, darán nuevamente gran ejemplo.

La ciudadanía de Cartagena se agigantará como siempre, construirá la ruta de la prosperidad colectiva, porque “cuando más oscura es la noche, más cerca está el amanecer.” Los habitantes de Cartagena han dado valor a la palabra, tienen una nueva disposición del alma y del espíritu, sus acciones serán positivas, porque vieron la luz del Cristo y la sabiduría ancestral afroindígena.

Por ello, es imposible abdicar de nuestros sueños de tener una ciudad distinta, ni renunciar a luchar por la justicia social, por la vigencia de la equidad, y la vigencia de los derechos humanos, ideales, que deben seguir siendo misión consistente de vida. No hay lugar a dar marcha atrás, “ni para coger impulso.”.

Nelson Mandela creyó en sus sueños y pese a estar condenado a cadena perpetua, y después de 27 años de injusto encarcelamiento y cuando nadie daba cinco centavos por su victoria, ni aún su propio pueblo, expuesto a la burla y a la desesperanza, logró vencer, fue presidente de Sudáfrica, eliminó el Apartheid. Sigamos su ejemplo.

Profesor y abogado.

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