Los distintos escenarios convulsos que viven los países de nuestra región nos ponen hoy de cara a desafíos de integración que los líderes más incidentes de cada territorio debemos sentarnos a reflexionar.
Es conveniente buscar la sinergia de la región como eje que nos permita crecer, procurando el bienestar de nuestros pueblos, teniendo como base la ejecución de políticas de desarrollo verificables, sólidas y con la capacidad de extenderse a lo largo del tiempo; por supuesto, de la mano del inmenso respaldo que brinda siempre el empresariado, el comercio y la industria, desde la generación de valor y empleo, que dinamizan las economías.
En esas dinámicas complejas que atraviesan los países de América Latina, en especial los iberoamericanos, podemos observar que, en los últimos doce años, la democracia ha entrado en una suerte de decadencia, fenómeno que se extiende a nivel mundial, según el estudio “La libertad en el mundo 2018” de la ONG Freedom House.
Sin lugar a duda, es un panorama preocupante, pues, premisas fundamentales como las garantías de elecciones libres e imparciales, el respeto a los derechos de las minorías, la libertad de prensa y el estado de derecho, han sufrido nefastos golpes a lo largo del hemisferio.
Por estas razones –y por otras en las que tendremos que profundizar- hemos propiciado la realización de la “Cátedra Cartagena para la Integración Iberoamericana” con el objetivo de estimular la conciencia sobre las verdaderas dimensiones de los problemas, amenazas y oportunidades que se desprenden del acercamiento entre nuestros países y su relacionamiento con otros actores extrarregionales.
Se trata de una iniciativa que promovemos desde la Corporación Escenarios,la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Cámara de Comercio de Cartagena y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Estamos llamados a participar de manera propositiva, a integrarnos como sujetos de derecho y como ciudadanos. Los pueblos iberoamericanos –territorios conquistados por españoles y portugueses- por innumerables razones históricas, económicas o políticas, pareciera que estuviéramos condenados a vivir una especie de rezago social que aún se requiere superar.
La tarea, entonces, es revisar el contexto de cada país, qué si bien es diferente y cambiante, existen lugares o puntos de encuentro, de coincidencia, desde los cuales podemos proponer alternativas y soluciones viables.
No puedo dejar pasar la coyuntura que se avecina este domingo 6 de mayo en nuestra ciudad con las elecciones atípicas a la Alcaldía Distrital. Todos somos dolientes de Cartagena y esta es la oportunidad para ejercer el derecho democrático a conciencia por la opción más conveniente.
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