Hoy homenajeo a un gran líder: José Henrique Rizo Pombo. Marcó la diferencia. Como ingeniero civil pensó la ciudad de manera integral, y sin duda fueron muchos los proyectos que dejó como legado de su espíritu incansable. Cuatro siguen vigentes y cartageneros y bolivarenses debemos asumir el reto de seguirlos: el Canal del Dique, La Bocana con el Emisario Submarino, el Plan Maestro de Drenajes Pluviales (PMDP) y todas las gestiones para adaptar a Cartagena al cambio climático, con su protección costera.
Con el Dique, después de muchos años acompañados por José Henrique, tenemos los diseños finales. Ahora, el reto es conseguir los recursos (2 billones de pesos) para que las obras, centradas en recuperar las ciénagas y construir dos exclusas y una compuerta, sean finalizadas.
La Bocana y el Emisario tienen varios años operando y con ellos logramos que las 14 mil hectáreas de la ciénaga de la Virgen se vayan recuperando, pero la primera, una de nuestras obras de ingeniería más importantes, urge mantenerla y debemos conseguir los recursos para recuperarla. José Henrique sí que hizo énfasis en ello.
El PMDP es prioritario. Tenemos canales principales que exigen trabajo no solo de ingeniería sino también en lo social. Este macroproyecto fue una frustración para José Henrique, puesto que durante su vida profesional insistió en la importancia de trabajar en él. Hoy tenemos los diseños de ingeniería de detalle de 25 kilómetros y espero que pronto se dé viabilidad a los recursos para la inversión. Estos canales necesitan no solo de las obras de ingeniería, sino el compromiso de mantenerlos. Si seguimos arrojándoles basuras e invadiendo las zonas de retiro, seguiremos inundándonos.
En la protección costera, José Henrique fue el gran visionario que, con insistencia, llamó la atención sobre la necesidad de adaptar a Cartagena a los cambios climáticos con énfasis en su relación con el agua. Hoy tenemos los recursos para contratar la primera etapa de lo que podría ser un plan maestro, y debemos materializarlo, y además, avanzar en acondicionar la ciudad a la intrusión costera.
Cartagena sigue necesitada de grandes obras de ingeniería que le ayuden a conectarse mejor con el Mar Caribe. Ojalá que los aprendizajes que José Henrique nos dejó nos sirvan para lograr una Cartagena más inclusiva y con mejores condiciones de vida, en donde todos quepamos, sin obviar la gran responsabilidad que ello implica.
Con su figura, en la cúspide, vemos la importancia de un buen liderazgo, pues cuando el legado del líder se mantiene, es porque aportó a la humanidad. El compromiso es concretar y continuar los proyectos que durante su vida él protegió, trabajó, estudió y gestionó.
José Henrique, te extrañaremos.
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