Colombia enfrenta dos choques que afectarán la economía: la propagación del COVID-19 y la fuerte caída del precio internacional del petróleo. Una de las áreas que puede ser afectada son las finanzas públicas territoriales, en especial los ingresos de los municipios y departamentos. Existen 3 fuentes principales de ingresos locales: (i) los recursos propios, donde se incluyen tributarios y no tributarios; (ii) las transferencias, donde el SGP y el SGR son las más importantes; y (iii) los otros ingresos.
Dentro del primer grupo, la reducción en el desempeño económico va a afectar el recaudo de los impuestos. Tal vez los más afectados podrían ser el ICA y la sobretasa a la gasolina en los municipios, así como los tributos al consumo de tabaco y licores en los departamentos. Aunque el impuesto predial suele ser menos sensible al ciclo económico, si los municipios definen alivios a los contribuyentes para mitigar la crisis podría tener efectos en el recaudo.
Si la crisis se prolonga, los contribuyentes podrían postergar el pago de sus obligaciones tributarias.
El SGP y SGR son definidos por fórmulas de distribución que se aplican al momento de presupuestarse. El monto del SGP en un año determinado se define en función del crecimiento promedio de los Ingresos Corrientes de la Nación (ICN) en los cuatro años anteriores. En 2020 no se afectarían esos recursos. Sin embargo, el impacto estaría en los próximos años por la caída que debe darse en los ICN. El uso de un promedio de los últimos cuatro años resta volatilidad a los cambios en el SGP, lo que ayuda a realizar una mejor proyección de estos fondos.
El SGR se define en un presupuesto bianual, en donde el último vigente es 2019-2020. Este presupuesto se realiza con algunas proyecciones de las regalías, las cuales están en función de la producción y los precios. Estas variables se verán afectadas por la doble crisis y, en consecuencia, las regalías caerán. El SGR podría verse afectado por el uso de los recursos del Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE) que hizo el Gobierno nacional, ya que, ante la caída en las regalías, no existen los recursos que permitirían mantener el monto del SGR.
En los otros ingresos, es posible que la crisis afecte el desempeño de algunas de las empresas industriales y comerciales de ciertas entidades territoriales. Además, la suspensión del pago de los servicios públicos durante un periodo de tiempo, puede afectar el flujo de caja de las empresas prestadoras en los municipios. No se escapan de esta situación los sistemas de transporte masivos. Todo esto podría comprometer la sostenibilidad fiscal de los gobiernos locales.
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