Fueron 5 maravillosos días iniciados en Aracataca. Los conferencistas, la cultura y el esplendor de la ciudad amurallada, nos hicieron sentir en un mundo sublime, lejos de la cotidianidad, y disfrutar de un realismo mágico bien descrito por García Márquez.
Son 10 años continuos donde un puñado de soñadores lograron lo impensable, convertir a nuestra Cartagena en destino de literatura y cultura, un lugar de ficción para todos. Será tan extraordinario este submundo, que nos sentimos tan a gusto, que sin concluir el certamen ya pensamos cómo hacer para estar el año entrante. Por eso duele ver cómo una minoría bulliciosa de seudo intelectuales, quienes viven de la crítica destructiva, buscan acabar nuestro Hay Festival, argumentando que es elitista, mediocre, donde no se profundiza, se improvisa y no se crea nada. Asumamos que fuera cierto, aunque no lo es, como tituló su libro Laura Montero, “la ridícula idea de no volverte a ver”; sería lo que sentiríamos la mayoría si por esas pequeñeces desapareciera tan extraordinario festival de artes y letras. Cada día vemos con orgullo más escritores que se sienten honrados de participar, desde premios Nobel hasta grandes actores, directores, políticos y músicos, sobresalientes, exponiéndonos sus vivencias para hacer más completo y humano el espectáculo. Aquí nos reunimos los aprendices, eruditos, columnistas, frívolos, resentidos y más que todo soñadores, para aprender a diario, aunque no sea trascendental, para entender mejor nuestra vida. Gratifica que durante el Hay hay contradicción, la permanente confrontación ideológica y la posibilidad de ver que no somos el ombligo del mundo ni dueños de la verdad, pero volvemos a tener un espacio para pensar y eso ya es un gran logro. La política, la economía, el arte y hasta la moda se fusionan e invaden cada rincón de la Heroica, convirtiéndola en un gran tertuliadero. Nuestro Festival evoluciona, sus directivas y patrocinadores masifican el evento con cobertura en los medios masivos y modernos de comunicación, hay más eventos descentralizados y actividades para niños, otro gran logro, con lo cual aseguramos tener participantes para rato.
Promovamos a Cartagena como capital de la vida, paz y cultura, con más exposiciones de arte, fotografía, festivales de música, de cine y hasta concursos de belleza. Evitemos que por unos pesos, unos pocos vivos, oportunistas de temporada, distorsionen la gran imagen lograda con esfuerzo por los cartageneros, oponiéndonos y denunciando cuando intenten convertirla en destino sexual o la meca del los vicios para vacaciones.
PD: Invito a quienes disfrutamos del Hay Festival, a ser benefactores, un placer, que (parodiando la teoría de unos de los invitados, Michael Sandel), hay cosas que no tienen precio pero que en este caso el dinero puede comprar, para mantener abierta esta ventanita a la cultura.
*Senador
sanchezca42@hotmail.com
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