Columna


Ley 272 y los residentes

DARÍO MORÓN DÍAZ

23 de septiembre de 2017 12:00 AM

En la Cámara de Representantes hace tránsito el Proyecto de ley 272 orientado a superar la infame e insolidaria situación que afrontan los médicos que aspiran a especializarse en Colombia.

Por razones de espacio señalo los argumentos principales del proyecto presentado en la Cámara por la representante Sara Piedrahíta Lyons: “Artículo,

1 Objeto. La presente ley tiene por objeto establecer la forma de vinculación y las condiciones financieras de matrícula de los profesionales médicos y de profesionales de la salud que realizan programas académicos de especialización en los servicios de instituciones de salud debidamente habilitados para la formación académica en Colombia. Parágrafo 3. Fondo Nacional de Residencias. Este fondo será financiado con recursos del presupuesto nacional, aportes de la IPS donde los residentes realicen las prácticas formativas de las especializaciones médico-quirúrgicas, así como recursos provenientes de otras fuentes públicas o privadas que se destinen para este propósito. Parágrafo transitorio. Los recursos destinados a financiar el programa de becas crédito establecido en el parágrafo 1 del artículo 193 de la Ley 100 de 1993, se reorientarán de manera inmediata a partir de la vigencia de la presente ley al Fondo Nacional de Residencias Médicas en Colombia”.

La inequidad y abandono de los médicos que aspiran especializarse es una de las tantas consecuencias nefastas originadas desde el momento en que se implantó la Ley 100 de 1993, norma que hizo objeto a la profesión médica del negocio de los intermediarios. Por lo tanto es necesario que las instituciones como las academias y federaciones médicas estén alertas a fin de impedir que los lobistas de siempre hagan fracasar este proyecto que rescata la dignidad de los estudiantes en el posgrado. Colombia es el único país donde esta mezquina situación existe contra los egresados de nuestras universidades.

Los médicos deben pagar semestralmente durante tres o cinco años cifras altas, de manera que cuando terminan, si es que lo logran, la deuda es ruinosa. En todos los países los estudiantes de posgrado reciben un salario por su trabajo de aliviar o curar a los pacientes en las instituciones donde laboran, cumplen turnos en los hospitales, ahora IPS, por más de 24 horas, deben suministrase incluso el transporte, la alimentación y de contera no gozan de protección social.

La carrera de medicina es de seis años, las especializaciones son de tres o cinco años; no es justo que no reciban un salario que les permita estudiar y comprar libros de textos médicos que se obtienen en el exterior pagados en dólares.

Colombia es un país exuberante en desigualdades, esta contra los especialistas en formación debe corregirse mediante la Ley 272.

dmorond@gmail.com

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