Columna


Lo que temía

“Lo que más me preocupa es la coyuntura que vive el país en este momento en el que anuncian la retoma de las armas. Estamos a pocos meses de elecciones (...)”.

DIANA P. NAVARRO G.

31 de agosto de 2019 12:00 AM

Lo que tanto temía, sucedió esta semana. Las Farc públicamente han manifestado que retomaron las armas. Solo me pregunto, ¿qué viene ahora?

Yo soy de las que consideraban que el acuerdo de paz no debía aprobarse tal cual como estaba, pues siento que no brindaba las garantías necesarias para lograr la justicia y reparación, que es lo que tanto necesita el pueblo colombiano. Un acuerdo lleno de vacíos que podía ser modificado para ser al final, algo que lograra lo que tanto pretendía: la paz en Colombia.

Si bien es cierto que la intención o la firma del documento como tal puede llegar a dejar por sentado el posible interés de un grupo armado por salir de la ilegalidad, siempre he sentido que la guerrilla, en su esencia, se ha mantenido en el país. No hemos dejado de sentir la guerra y me ha parecido, que por más que no se llamaran “guerrilla Farc”, muchos adquirieron otros nombres o se unieron a otros bandos. Pero al final, guerrilla siempre ha habido.

Con la firma del acuerdo, se ha manifestado que la mayoría de los integrantes del grupo Farc como guerrilla, han dejado las armas e intentaban regresar a la vida fuera de la ilegalidad y aplaudo los proyectos y las cosas buenas que han hecho los guerrilleros reinsertados porque se lo merecen. Pero lo que sí hay que admitir es que los principales personajes de estos grupos, los que más deberían estar pidiendo perdón, poco o nada han hecho. Es claro que para lograr la paz se requiere más que una firma de un documento. Se necesita voluntad e interés, cosas que claramente, siguen haciendo falta. ¿Cómo se debe recibir el mensaje de que retoman las armas? Solo podría interpretarse como una amenaza; real y contundente.

Lo que más me genera preocupación es la coyuntura que vive el país en este momento en el que anuncian la retoma de las armas. En primer lugar, estamos a pocos meses de elecciones. Esto me hace creer que, si este grupo armado pretende retomar sus viejas andanzas, tendremos unas elecciones donde el temor y la presión afectaran de manera directa a muchos municipios. Ahora, no es que antes hayamos tenido elecciones libres de corrupción, pero ya se manifestará, de manera directa, de nuevo el temor que quizás había disminuido.

Me preocupa también, la situación de los venezolanos y los desplazados colombianos en las calles. En los semáforos del país se ve el hambre y la necesidad de muchas personas. Esa necesidad podrá jugar a favor de los grupos armados a la hora de hacer reclutamientos. Para muchos de ellos, recibir apoyo, comida o cualquier ayuda de este grupo armado, podría ser mejor que vivir en la calle.

Por ahora, solo nos queda esperar a ver qué va a pasar. Espero que mejore el panorama.

*Abogada.

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