Y no se acabó el mundo. 2012 nos deja en cinco personajes en distintos sectores económicos y sociales. Son: Gustavo Petro y el lío de las basuras, Juan Manuel Santos y el proceso de paz, José Néstor Pekerman y la selección, Mariana Pajón y su medalla de oro y Luis Carlos Sarmiento y la compra de El Tiempo y casi seguro, de Caracol.
El fiasco de las basuras retrata el primer año del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y lo que viene en los tres restantes. Muestra un autoritarismo e improvisación de corte chavista y queda claro que solo le interesa la alcaldía como paso a la Presidencia. Petro gobierna con esa mira, lanza señales políticas de un estatismo fracasado en sus manos, piensa como senador de oposición y adjudica todo a dedo como su compadre en Venezuela.
Lo mismo pasará con el tranvía de la séptima, el caos vial y la competitividad. En tres años nos parecemos más a Caracas que a Medellín. Pobres bogotanos.
La apuesta del presidente Juan Manuel Santos por la paz es otro ejemplo de una política que caracteriza a un gobernante y a un país. Santos se hizo elegir con unas políticas y gobernó con otras, el fin justifica los medios. Se arriesgó (juega bien al póker) y controla todos los escenarios. La opinión pública a través de su experto manejo (con algo de mermelada) de los medios nacionales, la negociación a través de filtraciones mediáticas y el de un revés minimizando sus consecuencias. Tiene objetivos limitados (acabar la franquicia de las Farc), que vende como la paz total.
La compra del hombre más rico de Colombia, y uno de los más ricos del mundo, de El Tiempo y quizá de Caracol, pone a Luis Carlos Sarmiento en otro plano político. Se caracterizó por su prudencia y casi invisibilidad, del escenario nacional entra a las grandes ligas de un Julio Mario Santo Domingo o un Carlos Ardila. No en lo económico pues los superó hace años, sino en su influencia. De banquero y constructor a contratista e industrial del agro, se convirtió en el hombre más rico del país con sigilo y discreción. La poca crítica a esta compra con que culmina una nociva concentración de medios nacionales en poder de grupos económicos muestra que en el país eso no se discute y que muchos temas económicos de Colombia tampoco.
Finalmente el entrenador José Pekerman y la medallista Mariana Pajón muestran el potencial de un país deportivo que desperdició su talento. Una selección que encuentra un técnico sin rosca, que trabaja distinto y que lidera con las canas, señala el camino. Tiene la mejor camada de jugadores, y la experiencia y el recorrido no se improvisan. Y la bicicrosista paisa, que a punta de tesón y apoyo familiar da ejemplo. El camino fácil del atajo, como el del narcotráfico, no llega pero tiene gran visibilidad en nuestra sociedad. Y el apoyo del Estado a los deportistas de alto rendimiento, que ha crecido exponencialmente desde el 2003 y el impuesto a los celulares para el deporte, debe continuar, crecer, enfocarse y si es necesario financiar a los mejores entrenadores del mundo.
Feliz año a mis lectores y que el 2013 sea el inicio de la lucha por recuperar el rumbo perdido.
fsantosrcn@hotmail.com
@fsantoscal
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