Como organizaciones sociales expresamos a los estudiantes universitarios nuestro más amplio respaldo, y los conminamos a seguir en la lucha por la educación gratuita, de calidad y a defender sus derechos fundamentales.
Los estudiantes solo pueden confiar en sus propias fuerzas y la de su lucha unificada con todos los estamentos y demás sectores del movimiento social, para que sus exigencias al Gobierno cínico y mentiroso de Duque sean cumplidas.
Rechazamos las acciones represivas del régimen contra el movimiento estudiantil, cometidas a través del (ESMAD), el que ha agredido a manifestantes en varias ciudades durante las protestas estudiantiles, vulnerando el derecho a la protesta.
Rotundo rechazo a la reforma tributaria de Duque y el “quiebramunicipios”, Carrasquilla, radicada en el Congreso como “Ley de Financiamiento”, o mejor dicho, un asalto descarado al bolsillo de los más pobres y miserables del país.
Es decir, al 80% de los productos que son consumidos diariamente por millones y millones de pobres se les aumentará el 18% de su valor hoy, así, el Gobierno pone a funcionar la lógica de rebajarle a los ricos y cobrarle más a los pobres.
El cinismo y la hipocresía de Duque no tienen límites, intenta ocultar el garrotazo principal con el señuelo de devolver $51.300 pesos mensuales por hogar a los 4,3 millones de hogares más pobres.
Les quitará en el 2019, $1,7 billones de pesos a las personas naturales que tengan ingresos mayores de 4,8 millones mensuales, igualmente plantea vender 2,3 billones de activos del Estado, continuando la privatización.
A las grandes corporaciones nacionales y extranjeras, multinacionales, pretende reducirle su gravamen en los próximos 4 años, del 34% al 30%, lo que representa que al 2020 dejen de pagar $11,88 billones.
Pretenden una reforma laboral integral para el sector rural, con discriminación y detrimento frente al resto de trabajadores del país, con menos derechos y menores garantías.
Esta pretendida reforma de este gobierno corporativo es inconstitucional y viola los principios del salario mínimo, vital y móvil, de la progresividad y no regresividad de los DESC, derechos económicos, sociales y culturales.
Tenemos la obligación y el deber de oponernos con la movilización social pacifica a todos los proyectos de ley, como se están promoviendo desde los gremios y Gobierno, con la complicidad de los congresistas traidores del pueblo.
Es importante empezar a configurar un paro cívico nacional, en unidad con todos los sectores sociales, ya que los derechos fundamentales a la educación, salud, vivienda y trabajo digno, no se negocian ni se venden, simplemente con movilización se defienden.
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