Ayer, se cumplieron 28 años de la muerte de Lucho Bermúdez (falleció el 23 de abril de 1994). Ayer, me lo propuse así, terminé de leer el libro escrito por el maestro Gustavo Tatis Guerra y que lo llevó a ganar hace un par de meses, el Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) en la categoría de Publicaciones Editoriales: ‘Lucho Bermúdez: el genio prende la vela’.
En esas páginas, Tatis nos recuerda el inmenso legado que nos dejó Lucho Bermúdez: más de 1.000 canciones, todas ellas en ritmos tradicionales como la cumbia, el porro, el chandé, el mapalé. También música andina, por ejemplo, bambucos y pasillos. O música antillana como mambos, guajiras, chachachás, boleros... También se asomó a la música del mundo, especialmente a la clásica, a la rusa (Tchaikovsky).
Carmen de Bolívar, Espíritu Colombiano, Colombia Tierra Querida, Marbella, canciones que aluden a la región y el país, Cadetes Navales, Salsipuedes que se hizo en Medellín. Canciones que abrazan a Córdoba, las sábanas de Sucre, al interior del país.
El nacido en El Carmen de Bolívar durante la bonanza tabacalera, cuenta Tatis, tuvo una relación con la música desde niño. Empezó a coger el canuto de un papayo para sacarle música. O de las hojitas de limón, en los tiempos que veía al tío abuelo dirigir la banda municipal de El Carmen.
Fue el primer músico tradicional que vistió al porro de frac, siempre elegante, igual que los miembros de su orquesta.
Lucho fue (sigue siendo) uno de los músicos más queridos por Colombia porque logró que la música andina y la del caribe se integraran. Tocaba en el club Campestre de Medellín, en el hotel Nutibara, en el club La Popa aquí en Cartagena. Tuvo cercanía con el poder político, amigo de Gaitán, quien iba a todos los conciertos de él en el salón Tequendama en Bogotá. Tocó cuando llegó Roosevelt a Cartagena en 1934.
Gustavo Tatis entrevistó al músico en Bogotá un año antes de su muerte. En 2012 cuando se cumplieron los 100 años de Lucho Bermúdez (nació el 25 de enero de 1912), el escritor y periodista reunió algunos textos y empezó a trabajar en una edición limitada (2017), que no se comercializó, pero que llegó a manos de gente de El Carmen y las sabanas de Sucre y Córdoba donde consiguió más datos. La investigación lo llevó a aumentar unas 100 páginas más; entonces actualizó la información con entrevistas a los familiares y logró que Plinio Guzmán, que era el médico de cabecera de Lucho Bermúdez, le facilitara de su álbum privado unas fotos inéditas.
Lucho Bermúdez sigue vigente, Colombia Tierra Querida se convirtió en un himno para los colombianos que están dentro y fuera del país. Su música sigue siendo interpretada por músicos tradicionales, por grupos corales, grupos sinfónicos y de jazz. Y leer cada página de este libro es como abrir ese baúl lleno de partituras y arreglos que dejó y que seguirán sonando de generación en generación.
Periodista. Magíster en Comunicación.
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