Columna


Mensaje de unión

WILSON TONCEL OCHOA

28 de abril de 2015 12:00 AM

Cartagena, destino apetecido por quien que la visite, está en un momento histórico favorable para iniciar el cambio estructural. No es casualidad que tenemos la historia más fascinante de todo el Caribe americano. En economía, hay condiciones envidiadas por otras ciudades: inflación controlada, desempleo en un dígito, tasa de ocupación laboral y comportamiento en aumento. Falta trabajar en: salud, educación e infraestructura, entre lo más trascendente, con obras proyectadas al ritmo del crecimiento de la población real y flotante.

Necesitamos una educación incluyente, con igualdad en el acceso a la información, donde crear un imaginario global nunca cree diferencias con los intereses particulares. Es importante adelantar gestiones ante el Gobierno nacional para crear líneas de financiamiento para apoyar nuestros emprendedores y que éstos se vuelvan creadores de empleo, y que toda la población se sienta incluida y con posibilidad de participar.

Un sistema de salud operando y con fácil acceso que dé servicio digno a toda la población necesitada, con estándares internacionales de calidad. En infraestructura, hay proyectos pendientes desde hace años: Transcaribe, la nueva central de abastos, nuevo canal de acceso, drenajes pluviales, recinto ferial, tren de cercanías, avenida del Bicentenario, y el plan de protección costera. Con alianzas entre los sectores público y privado se podrían terminar.
Para lograrlo se debe crear confianza y tolerancia en torno a objetivos comunes entre el sector empresarial, financiero y la clase dirigente, como los servidores públicos y la comunidad en general.

De vieja data tenemos constitucionalmente consagrados principios como el que nos enseña que el interés general debe prevalecer sobre el particular, que es mezquino, donde se enfoque al bienestar general como faro del crecimiento de todos.

No basta con el crecimiento personal o familiar, ignorando el entorno, como en una sociedad feudal, pero no donde no solo tenemos que pensar en proteger los derechos fundamentales del ser, sino de los que nos habló Juan Jacobo Rousseau. Hoy hay que defender derechos colectivos, como los sociales y del ambiente, y solo con posturas como las planteadas podríamos garantizar una sociedad más justa, equilibrada y sana a futuro. De lo contrario no tendríamos esperanza de una sociedad desarrollada, y si no la logramos ver, sí la verá nuestra descendencia, pero tenemos que unir esfuerzos ya.

Las condiciones están dadas para que unidos, los cartageneros sigamos adelante. Tenemos que trabajar unidos para un mismo fin.
Deben existir soluciones para los más necesitados, para que la brecha social se disminuya. Yo como concejal me comprometo a trabajar en soluciones, ¿usted se compromete?

protocolo@concejocartagena.gov.co

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