Columna


A De la Calle: miremos hacia delante

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

19 de marzo de 2023 12:00 AM

Prudencia, confianza y buena fe, fue mi respuesta a un trino de Humberto de la Calle, adivinando intereses ocultos en mis motivaciones. Hoy, en una carta me plantea consideraciones respetables sobre las negociaciones con el Eln, y vuelve a cuestionar los motivos de mi rechazo a las sostenidas con las Farc, sugiriendo que fue una respuesta emotiva y subjetiva a la traición de Santos, que él llama “rectificación”.

Lo he explicado mil veces desde que acepté la invitación del presidente Petro en mi condición de presidente de Fedegán, pero vuelvo, una vez más, sobre mis motivos.

Las Farc, a partir del falso discurso de la tierra como causa de la pobreza y la violencia, exigieron como primer punto la Reforma Rural, con la pretensión de enormes extensiones para distribuir, mientras el gobierno, que había calificado el modelo de desarrollo como innegociable, negoció el desarrollo rural, es decir, el campo abandonado y la producción rural. ¿Algún otro sector se afectaba con el Acuerdo? Ninguno, solo el agropecuario, la ganadería en particular y la propiedad privada de la tierra. Era mi deber salir en su defensa. Así de sencillo.

Advertimos también lo que terminó sucediendo. Desde los resultados, hay que reconocer que eso salió mal, pese a que Santos proclamó en la ONU: “La guerra en Colombia ha terminado”, pues hoy vivimos una vorágine de violencia en los campos y también en las ciudades.

Se desmovilizaron 13.000 guerrilleros, pero quedaron disidencias y Marquetalias en guerra por el control territorial mafioso en los campos y el del microtráfico en las ciudades, con las armas que compran 300.000 hectáreas de coca. La Ley de Justicia y Paz dejó 42.000 hectáreas y desmovilizó a 54.000 violentos. Sin embargo, prefiero mirar hacia delante y apostarle a que salgan bien las negociaciones con el Eln; primero; porque hoy nadie divide el país entre amigos y enemigos de la paz; utilizada como bandera política en 2014 para ganar la reelección.

Segundo: las Farc exigieron Reforma Rural como primer punto, mientras el Eln exigió debatir primero la participación de la sociedad en la construcción de paz, porque, al parecer, quieren mostrar resultados tempranos en la vida de la gente, que es el objeto de la paz; de ahí el interés en implementar los acuerdos parciales.

Y tercero: mientras el proceso con las Farc estuvo marcado por la descalificación y la guerra política, el actual debe convocar a los partidos para lograr primero la paz política, como requisito para el Gran Acuerdo sobre lo fundamental”, y lo fundamental es la paz.

Lo invito, doctor De la Calle, a seguir aportando su conocimiento y experiencia. Lo invito a que miremos hacia delante..., porque allá está la paz.

*Presidente Ejecutivo de Fedegán.

TEMAS

  NOTICIAS RECOMENDADAS