Columna


La mortal epidemia de opioides

Christian Ayola

23 de marzo de 2023 12:00 AM

El dolor es un mecanismo natural para nuestra defensa y conservación de la integridad, sin él, al acercar una mano al fuego sólo nos daríamos cuenta de su destrucción por el humo o por olor a carne quemada; el dolor interno nos avisa que algo dentro de nosotros anda mal. Su equivalente emocional, la ansiedad, preserva la integración de nuestras funciones mentales, cuando elaboramos su origen, permite que superemos etapas existenciales o pérdidas como por ejemplo el duelo, contribuye, por lo consiguiente, a nuestro crecimiento emocional y madurez psicológica en general. En síntesis, por regla general el dolor es nuestro aliado, no nuestro enemigo.

La cultura juega un papel importante en la percepción y el aprendizaje de mecanismos físicos y mentales que nos permiten tolerar, adaptarnos o superar el dolor, por supuesto cuando es físico y adquiere la forma de un síntoma o un signo patológico corresponde al médico investigar su origen y buscar la solución adecuada que no siempre es la analgesia, por ejemplo, en una apendicitis si se utilizan analgésicos, se puede enmascarar la enfermedad hasta la ruptura del apéndice, con salida de excremento a la cavidad abdominal y terminar complicada con una peritonitis, condición muy grave que puede ser mortal.

El dolor físico por extensión también es emocional y viceversa, de ahí que resulta un arte médico el manejo del dolor, todo facultativo debe estar bien entrenado en el uso racional de analgésicos cuando el caso lo requiera. El estrés emocional conduce a niveles altos de diferentes hormonas por orden secuencial del hipotálamo y de la hipófisis que aumentan la tolerancia al dolor, pero el estrés crónico la ansiedad y la depresión bajan el umbral.

Durante los traumas psíquicos el comando inicialmente lo tiene la amígdala cerebral y la corteza prefrontal queda inhibida, si durante la resolución de evento crítico no podemos atacar o huir, el comando pasa al tallo cerebral y la memoria del evento queda implícita (no hay palabras para expresarlo), por lo que la memoria de la situación traumática queda alojada en el cuerpo, y se detonará más tarde con una percepción alta para el dolor, los dolores normales de la vida se tornan intolerables y crónicos.

Los médicos utilizan diferentes sustancias analgésicas, las de mayor capacidad son los opiáceos y los opioides, el abuso de estas sustancias sintéticas o derivadas del opio está causando serios problemas de salud pública, la codeína, la oxicodona, la hidrocodona y el tramadol, son legales, cada vez se recetan más y las personas se hacen más adictas a ellas. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta USA, solo el fentanilo causó 108.000 muertes por sobredosis en Norteamérica durante el 2021.

*Psiquiatra.

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