“Colombia nunca ha tenido en materia internacional una posición servil”, respondió el presidente Iván Duque ante el segundo agravio de Trump, quien lo criticó porque “el negocio de las drogas ha subido 50% desde que él llegó”, y por exportar a EE. UU. criminales al igual que Honduras, Guatemala y El Salvador.
Ante la regañada y la ofensa, el otro presidente, el de las siete bases militares, mansamente reaccionó: Estados Unidos no puede tener “mejor aliado en el mundo” que Colombia para luchar contra el crimen y el narcotráfico.
Duque se engalló: “Rindo cuentas es al pueblo de Colombia” y como sus antecesores corresponsabilizó a la demanda de coca en los países consumidores.
Ojalá con este desprecio Duque asimile que los padres fundadores en nuestra independencia no son claves, y que ser regalados nos condujo a la vergüenza de cargar el calificativo del Caín de América en la guerra de las Malvinas, todo por pensar en inglés.
La proximidad electoral conduce a valorar los riesgos ante el ascenso del conflicto con Venezuela, no sea que con el “no se descarta ninguna solución” EE. UU. nos arrastre y terminemos más comprometidos de lo que ya estamos.
Somos el sur y esa posición conduce al Cauca, a la Minga y el desencuentro del presidente y el pueblo que lo esperó en la plaza. Hay justificación por la seguridad, no así ante la omnipresencia del fiscal que el día antes anuncia un posible atentado afectando el encuentro. ¿Y las pruebas? Todo gira con su sello.
El 9 de abril de 2018, fecha en que Santos conmemoraba las víctimas, en la madrugada, el fiscal develó el caso Santrich y la acusación de la Corte Federal de New York, una espina envenenada en el corazón del acuerdo de Paz y caballo de batalla contra la JEP que, por ley, requiere la fecha del posible delito inducido o tentativa.
Igual NHM presentó el caso del fiscal de la JEP, detenido el 1 de marzo, horas después que el Consejo de Estado fallara manteniendo la curul de Santrich en el Senado y que la justicia de EE. UU. se negara a enviar nuevas pruebas a la JEP.
Las celebradas objeciones a la ley Estatutaria derrotadas en la Cámara, tienen al fiscal, el líder que las indujo, y es hoy su más enconado defensor en el senado.
Deseo que en defensa de la separación de poderes también se rechacen las objeciones, se devuelva la ley, el presidente la sancione y sin odio ni retaliación avancemos.
¿Con qué saldrá el fiscal? La presidenta de la Jep fue denunciada ante la cámara de Representantes.
La inseguridad es grave: se dijo que no al glifosato y no podemos permitir que el regaño de Trump y que en su nombre nos envenene el país y el alma. Pompeo anunció que ira a Cúcuta y de nuevo calentará la frontera.
*Abogado ambientalista y comunicador.
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