Es evidente que esta emergencia mundial por el COVID-19 ha golpeado la economía global, la de nuestro país y ciudad, y que aún no alcanzamos a cuantificar el impacto social y económico que tendrá. Mientras para algunos sectores esto representan millonarias pérdidas, para otros se ha representado en oportunidades para reinventarse.
Las medidas para contener la propagación del virus han dejado grandes perjudicados en sectores como el turístico, comercio, entretenimiento, sector informal, entre otros. Pero así mismo, entran a combatir esta pandemia sectores como el farmacéutico con una demanda exponencial de productos sanitarios. El surgimiento de nuevas necesidades y rápidos cambios en el comportamiento de los consumidores han llevado a diversificase a otros. La educación con herramientas para continuar virtualmente y el homeschooling, el teletrabajo consolidando plataformas de reuniones virtuales, las empresas dedicadas a la entrega de domicilios que se convierten en la conexión entre los supermercados, farmacias y restaurantes que no pueden tener atención presencial, la telemedicina implementando las video consultas, plataformas de entretenimiento y las redes sociales que son vitales en este momento de crisis donde se convierten en la principal fuente de información. Sin duda el e-commerce será uno de los grandes beneficiados, pues los consumidores tendremos que usar estas herramientas y a largo plazo aun cuando pase esta crisis, seguirá creciendo, ya que hemos creado unos hábitos de compras online que algunos seguirán utilizando. Esto tendrá grandes oportunidades en el sector de transporte, infraestructura logística y distribución. Por otra parte se presentan oportunidades para emprendimientos, que si logran tener capacidad de reacción podrán encontrar nichos de mercado, oportunidades también de la empresa privada en focalizar sus proyectos de responsabilidad social ante esta emergencia humanitaria, y los líderes que empiezan sus periodos de gobierno, la oportunidad de acercarse a la gente con soluciones para los más vulnerables.
También como individuos hemos tenido la oportunidad de hacer un pare y valorar lo esencial, la oportunidad de nuestro planeta en oxigenarse, la oportunidad de crecer como personas y concientizarnos de lo frágiles que somos y la oportunidad de sacar lo mejor de cada uno. Juntos saldremos de esto fortalecidos donde tenemos el deber de valorar lo local y que saliendo de esta crisis apoyemos lo nuestro para así contribuir a que la dinámica de nuestra economía se recupere de forma favorable.
*Directora Ejecutiva Invest In Cartagena.
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