El maestro José de Recassens fue uno de los pioneros de la carrera de comunicación social y el periodismo en Colombia. Este profesor colomboespañol educó en diversos claustros universitarios el ejercicio de esta disciplina remarcando la importancia del ser y el saber, complementados con el hacer, pero sobre todo con rectitud. Tuvo a su cargo la fundación de la facultad de Comunicación Social de la Universidad Externado de Colombia por recomendación del maestro Fernando Hinestrosa, en la cual se desempeñó como decano desde el año 1976 hasta 1990.
Este profesor enseñó con su carácter visionario los cambios que implicaría el ejercicio de la disciplina pasando a sus protagonistas bajo la denominación de periodistas hacia la de comunicadores sociales, y en una etapa más reciente y de futuro, bajo el rótulo de operadores de la información. En su cátedra, denominada Mundo Contemporáneo, indicó a sus estudiantes el devenir del siglo XX y acontecimientos orbitales futuros, el cual asoció con el desempeño de la comunicación social y el periodismo en proyección a la operación de la información con el auge inusitado de las nuevas tecnologías.
Para efectos de este artículo y en correspondencia al título del mismo, recordamos al rector de la Universidad Externado cuando se le preguntaba sobre la importancia de Recassens y este expresaba lo siguiente: “La imagen de comunicador-social es una persona culta con destreza en los medios y con una osamenta ética y autonomía mental a toda prueba”. En la práctica, empero, estas inteligentes indicaciones no se aplican muy eficazmente por los actores de la comunicación social y el periodismo en el momento del ejercicio de la operación de la información. Quizá sea el momento de recordar la sabia expresión del filósofo Miguel de Unamuno, quien se desempeñó como rector de la Universidad de Salamanca: “Lo que natura no te da Salamanca no te lo presta”. No es un secreto que para el ejercicio de la profesión se requiere en primera instancia tener talento y buen juicio. Estas no son cualidades que se venden y adquieren como en botica. Algunas cualidades del ser humano son innatas, especialmente aquellas asociadas a la inteligencia, la fuerza de voluntad, la rectitud, la autonomía mental, entre otras; se pueden cultivar, pero no adquirir por la simpleza de asistir a un reputado centro universitario. Esa amalgama de categorías y prerrogativas en poder de un agente de la comunicación son las que le dan fortaleza a su ejercicio profesional con imparcialidad. Los operadores de la información de la época tienen que atravesar por tribulaciones y tentaciones que afectan su ética y autonomía mental, las cuales solo pueden ser enfrentadas y superadas por los individuos que cuentan con esas cualidades a su favor.
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