Columna


Pensando en el 2022

JOSÉ WILLIAM PORRAS

29 de junio de 2018 12:00 AM

Ganó la derecha con Iván Duque como nuevo presidente de Colombia, con más de 10,3 millones de votos; la izquierda, con Petro, sacó un poco más de 8 millones de votos. ¿Qué pasará en el 2022?

El nuevo gobierno tendrá una tarea muy grande de recomponer la Colombia que todos deseamos, derecha e izquierda, si no queremos vernos enfrentados en forma similar en el 2022, con una izquierda potenciada porque la derecha fue incapaz de cumplir sus promesas.

Hay varias tareas para el nuevo presidente y enumero sus principales promesas: combatir la corrupción que permeó el Estado. Desde las más altas Cortes, hasta la más humilde alcaldía, están salpicadas de corrupción, que como un sarampión se riega por cada una y contagia otras instituciones.
Combatir la pobreza en las ciudades y campo. Más de 8 millones de colombianos viven en pobreza (la misma votación de Petro) y unos 3 millones en extrema pobreza. Estos índices en los próximos 4 años deben bajar drásticamente, mediante la pequeña y mediana industria, para que haya más trabajo formal.

La salud es otro de los males de los colombianos: el mal servicio en hospitales, EPS y servicio de salud pública, debe ser corregido con una mayor cobertura para cada colombiano. No puede continuar, ni el paseo de la muerte, porque no se reciba a un paciente en un hospital, ni que no tenga derecho a medicina para sanar.

La falta de trabajo formal, muy unida a la pobreza, será otra tarea del nuevo gobierno. Cada vez crece más el trabajo informal, que no garantiza cubrir las otras necesidades básicas de una familia (salud, vivienda y educación), lo que conlleva a una mayor pobreza.

La inseguridad, por varios factores: guerrilla, narcotráfico y bandas delincuenciales, que deben ser combatidos por medios represivos de policía y Justicia, y con educación y oportunidades de trabajo para rescatar a la gente de la delincuencia.

La educación debe estar al alcance de todos, no importa su estrato social. Si a todo niño colombiano se le garantiza la educación, todos los índices negativos bajaran drásticamente.

La Justicia debe recomponerse para acabar la impunidad, y que los delincuentes y corruptos reciban penas ajustadas a sus delitos.

El equipo de trabajo del nuevo presidente deberá tener hojas de vida impolutas, y desear servir a Colombia y no servirse ellos mismos. Son cuatro años en los que Duque no podrá defraudar a quienes votamos por una Colombia próspera, con crecimiento sostenible y en paz.

jwporras@balzola.org

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