De los acelerados cambios en los entornos digitales de la comunicación, surgen varias preguntas sobre el rol del periodismo en la sociedad del futuro.
El clásico paradigma funcional de Harold Lasswell, quien describía la comunicación como, “quién dice qué, a través de qué medio, a quién y con qué efecto” podría ser modificado con una infinidad de variaciones, porque el proceso no es necesariamente unidireccional.
Cada vez hay una mayor interrelación entre los sistemas de educación y comunicación. El crecimiento de los medios digitales permitió una rápida integración de la tecnología a los entornos educativos, facilitando transmitir conocimientos, crear contenidos curriculares interactivos y educar a distancia.
Ante este nuevo escenario, los medios editoriales deben jugar un papel que ante la sociedad les posicione como referentes clave y ratifique su importancia. Y hay múltiples ejemplos de medios que asumen esta labor en el hemisferio.
Un caso destacable es el que el presidente del Grupo Editorial Síntesis, de México, Armando Prida, a través de su fundación Educación por la Experiencia, desarrolla en su país, basado en un sistema que integra dentro del modelo educativo del país azteca contenidos educativos basados en valores, transversales a las materias del currículo de los educandos. Pretenden fortalecer y empoderar a los estudiantes para tratar, entre otras, la violencia, la igualdad, la ecología, las drogas, el buen uso de las nuevas tecnologías, el bullying o respetar las leyes.
Otro proyecto interesante es en Puerto Rico, de GFR Media, editores de los diarios El Nuevo Día y Primera Hora. A través del Centro para la Libertad de Prensa y con programas específicos, se pretende que las futuras generaciones entiendan que la libertad de expresión y la libertad de prensa son imprescindibles para que se puedan desarrollar como personas íntegras.
Pero no todos los proyectos necesitan grandes estructuras corporativas. El Grupo Diario Sur, en la Región de los Ríos, de Chile, desarrolló un proyecto audiovisual, en colaboración con el gobierno regional y las municipalidades, para actuar como depositario de las culturas indígenas de su región, que, como recientemente ha alertado la ONU, están en riesgo de desaparecer.
Todos estos ejemplos sintetizan el impacto de los medios para reforzar los valores de la sociedad y actuar como difusores del acervo cultural dentro de las comunidades. Esta labor se facilita con las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información, que apoyan la difusión de dichas ideas.
*Profesor Visitante en el College of Law de American University, en Washington, DC.
@julioemunoz
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