Columna


Presupuesto en tiempos de vacas flacas

JAIME BONET

10 de septiembre de 2017 12:00 AM

El Gobierno Nacional presentó el proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2018. La caída en los ingresos públicos provenientes del sector minero-energético, llevó a ajustar los gastos del próximo año. Como resultado, el PGN solo crecerá en 1%, lo cual, considerando que la inflación este año cerrará alrededor del 4%, implicará que en términos reales caerá. Este ajuste es necesario para mantener la estabilidad macroeconómica nacional y quizá impactará el crecimiento.

Uno de los mayores retos macroeconómicos del país es mantener la calificación crediticia BBB. Si esta se pierde, el costo de la deuda pública y privada subirá porque los mercados perciben un mayor riesgo. En el proyecto de presupuesto para 2018, el pago de amortización e intereses de la deuda pública es el renglón más importante, ya está programado pagar $51,9 billones. Rebajar la calificación significaría un mayor pago por intereses, lo cual, dadas las limitaciones de ingresos hoy, implicaría reducir más la inversión pública.

Esta última es donde se dio el mayor ajuste, ya que cayó el 16,8%. La reacción de los distintos sectores afectados no se hizo esperar. Por ejemplo, varios deportistas cuestionaron la reducción en los fondos para el deporte cuando Colombia alcanzó los mejores resultados en competencias internacionales. También diversas voces cuestionaron el tijeretazo a ciencia y tecnología, cuando quizá la innovación puede ser clave para consolidar las exportaciones.

Aunque otras asignaciones no han sido tan cuestionadas también preocupan. En el caso de las transferencias a municipios y departamentos, el Sistema General de Participaciones (SGP) crecerá en 0,5% entre 2017 y 2018. El grueso del SGP financia la educación. Es de esperar que los costos de este sector se ajusten en torno a la inflación de este año que se espera ronde en el 4%. El crecimiento incluido en el PGN del 2018 puede implicar que los departamentos y municipios terminen deficitarios.

En síntesis, el PGN del 2018 es el presupuesto que se requiere para que la economía colombiana se ajuste a menores ingresos públicos. A nivel territorial, la caída en el SGP implica que los gobiernos departamentales y municipales pondrían un gran sacrificio en el ajuste, lo que repercutiría en el gasto social de estos territorios. Esto obliga a priorizar inversiones y a una mayor eficiencia al usar los recursos.  

jbonetmo@banrep.gov.co

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS