Cada vez que se aproximan elecciones o se posesiona un nuevo alcalde empiezan a salir los titulares de prensa con las declaraciones del burgomaestre elegido, donde se repiten, cual disco rayado, los buenos propósitos de las promesas de campaña.
Yo me pregunto: ¿Cuántas veces hemos escuchado o leído las declaraciones del alcalde de turno diciendo: “Pondré especial atención para recuperar los cuerpos de agua”; “la Protección Costera será mi proyecto bandera”; “será mi prioridad conseguir recursos para el Plan Maestro de Drenajes Pluviales”; “ya tengo adelantadas las gestiones para terminar la Vía Perimetral”; “antes de terminar mi mandato entregaré la avenida Quinta de Manga”; “construiré la Central de Abastos”; y otras linduras? Todo suena magnífico y entusiasma, por el momento, a los incautos electores.
Sumando años, sin temor a equívocos, puede decirse que esto lo venimos escuchando hace tres períodos normales de alcaldes, es decir, doce años y hasta la presente es poco o nada lo que se ha logrado en la ejecución de estos importantes proyectos. En su defecto hemos visto cómo las vigencias futuras, del presupuesto del Distrito, han sido pignoradas con la banca privada, para obras que aún no se terminan y otras cuya calidad deja mucho que desear. Valdría la pena saber si cuando un alcalde pide autorización al Concejo, para comprometer vigencias futuras, lo hace con base en una lista de proyectos debidamente estructurados y si la Duma le hace seguimiento a esas inversiones.
Recientemente la presidenta de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), Sandra Gómez, manifestó el interés de esa entidad en estructurar, financiar y ejecutar el mayor número de proyectos priorizados por la ciudad dentro del llamado ‘Pacto por Cartagena 2033’. Noticia, por demás, esperanzadora para los cartageneros, pero no pensemos que esto es cuestión de soplar y hacer botellas. Tal como lo dice la funcionaria, formular, estructurar, financiar, ejecutar y supervisar estos proyectos lleva su tiempo y por lo tanto, son esperanzas a largo plazo.
Lo más importante de todo es que se cumplan estas etapas y tengamos proyectos estructurados en Fase III para evitar contratiempos en la etapa constructiva, como ha sido costumbre, lo cual genera costos por mayores cantidades de obra, obras adicionales y obras no previstas.
Es fundamental que el alcalde de turno sepa conformar un equipo de trabajo con profesionales conocedores de los temas sociales, técnicos, administrativos, contables, ambientales y financieros que trabajen de la mano con Findeter y los contratistas para hacer un seguimiento satisfactorio al desarrollo de los proyectos de diseño, construcción e interventoría. Se ha vuelto costumbre traer a la ciudad contratistas que desconocen la idiosincrasia y costumbres locales lo cual es otro tropiezo que hemos tenido que padecer.
*Ingeniero Civil y Sanitario .
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