Columna


Racionalización errónea de corrupción

ALMIRANTE (R) ÉDGAR ROMERO V.

19 de diciembre de 2017 12:00 AM

Se oyen voces contra la corrupción y fórmulas para combatirla, algunas no pasan de deseos. Basados en psicología y ciencias de la complejidad, planteamos reflexiones. Algunos evalúan según la dimensión y relevancia del caso; la prebenda puede no parecer significativa, puede ser un elogio, un puesto, algo que llegue al ego, a su imagen, sin que parezca afectar una organización. Eso tan simple, conlleva el error de atribución, o endilgar al ser humano la causa de lo que suceda sin ver el efecto del poder de la situación o el entorno. Los humanos existimos por nuestras interacciones con lo social, el lienzo donde dibujamos lo que hacemos.

Los humanos tenemos podemos ser muy buenos o de lo mas oscuro. El poder de la situación puede definir, como se comprueba en la historia y experimentos. Luego, la dimensión del caso no debería ser un atenuante, pues hay ingredientes como el deseo personal del premio inmediato, y el afán de autoimagen a cualquier costo.

El individuo se acostumbra a vivir en la irregularidad, y no la ve, como describe Diane Vaughan (socióloga y profesora- Columbia Univ), se autorracionaliza con razones y se engaña. En lo social, el poder de la situación lleva a actuar como muestra Phil Zimbardo en el experimento cárcel de Stanford o abuso y tortura de prisioneros en Abu Ghraib en Irak por personal de la Policía Militar de EEUU, agentes de CIA y contratistas.

Según “www.neoteo”, 2008, en el Efecto Lucifer, Zimbardo “No habla de superhéroes, sino de individualidad, de la capacidad de negarse al concepto colectivo, a las órdenes cuando éstas contradicen nuestros principios… el coraje de ser marginado por defender nuestra moral. Sólo así una persona buena, puede evitar la maldad que anida en su naturaleza”. Hace un análisis psicológico sobre cómo las personas, al interactuar, forman “nosotros contra ellos” que desindividualiza. Además, a los guardias de Abu Ghraib los influenciaba la tolerancia del sistema.
En el experimento de Milgram 1963, con descargas eléctricas letales por equivocarse, se obedece a la autoridad (similar a los Nazis). Un 62 % obedecieron la orden, en el 2009 por TV Francia fueron un 81 % de participantes. Es una muestra de individuo y sociedad.

Está la mentalidad como comportamiento individual y sociedad como sistema complejo, impredecible, sensible a pequeñas variaciones con  grandes efectos, hace necesario rechazar a lo por algunos visto como poco grave p. e. mentira, autoimagen falsa y copia, creyendo erróneamente que se controla y nada pasará, aceptando lo incorrecto; actuación propia de un sistema social tolerante. Las organizaciones deberían pensar que el silencio es aceptar.

*Almirante (R) Ph.D

ÉDGAR ROMERO  V.*
ed_rom_vas@costa.net.co

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