Columna


Retos para 2022

GABRIEL RODRÍGUEZ PUELLO

14 de enero de 2022 12:00 AM

Comienza el tercer año de pandemia acompañado de nuevas realidades, una recuperación económica en curso y muchos retos e incertidumbre.

El Instituto de Estudios en Desarrollo, Economía y Sostenibilidad (IDEEAS) de la UTB ha señalado la importancia de debatir públicamente la situación económica de Cartagena, sobre todo en estos tiempos de pandemia. La recuperación del empleo formal, la calidad de vida de los habitantes y la reducción de la pobreza extrema son los problemas de mayor envergadura que hemos de afrontar.

Por ejemplo, entre las ciudades de la región Caribe, Cartagena registró el mayor aumento de la pobreza extrema. Según la Encuesta Pulso Social del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), al cierre del primer semestre de 2021, cerca del 20% de la población padecía de hambre. Este aumento en la pobreza estuvo acompañado de una mayor desigualdad en los salarios de los cartageneros.

Otro elemento que afecta directamente la calidad de vida de las personas es la inflación. Es cierto que el costo de vida, medido a través de la evolución del nivel general de precios de los bienes y servicios, se redujo sustancialmente durante la pandemia, más en Cartagena que en el resto del país. Sin embargo, la reducción de precios fue desigual entre los hogares: a nivel nacional aquellos de más bajos ingresos fueron los más golpeados. Además, una vez la reactivación se asomó a la puerta de la economía, los precios treparon a niveles que nuevamente afectan a los más vulnerables.

Por ese motivo, las actividades productivas, artísticas y de ocio, así como los servicios de salud y educación públicas deben cobrar la mayor parte del interés durante el proceso de recuperación que se espera luego de la crisis derivada por la llegada de la COVID-19 y de las medidas adoptadas por los gobiernos nacional y local para contener el virus. Algo de luz se observó al finalizar 2021 con la recuperación del empleo en la manufactura local y repuntes en el crecimiento de la economía. No obstante, aún queda mucho por hacer y no son pocos los retos que se deben asumir.

En 2022 la administración pública debe concretar las medidas más adecuadas para una ágil y segura reactivación. Los debates públicos deben, por tanto, encarar con seriedad los temas más críticos: el desempeño económico, la reducción de la pobreza y la desigualdad, el costo de vida y el desempleo.

Cartagena y la región Caribe, que enfrentan el mayor de los desafíos en sus agendas de desarrollo humano local, deben estar bien preparadas para este año que inicia. Los retos son muchos; el tiempo, poco.

Las opiniones aquí expresadas no comprometen a la UTB ni a sus directivos.

*Profesor del IDEEAS, UTB.

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